Cuando desmontemos una cerradura, tenemos la opción de comprobar su mecanismo. En el caso de que su rendimiento no sea el deseado, lo podremos reparar, engrasar o limpiar, y si no funciona, arreglarlo.
Técnicas de bricolaje
Desmonta y repara la cerradura de una puerta
Si decidimos sustituir la cerradura, sería recomendable desmontarla previamente llevando la pieza a la tienda como muestra, ya que no todas las cerraduras tienen el mismo sistema, ni todas las manillas se pueden intercambiar.
Vamos a ver el paso a paso:
En primer lugar, quitaríamos con un destornillador o una llave Allen, el tornillo o la rosca Allen respectivamente, que suele situarse en uno de los lados de la manilla.
A continuación, retiraremos los tornillos del embellecedor de la placa protectora del pestillo (que se encuentra en la parte lateral de la puerta) y de la manilla.
Extraemos los tornillos que sujetan la cerradura al marco de la puerta y utilizando un destornillador "hacemos palanca" con el objetivo de extraer la cerradura.
En el caso en que queramos reparar o engrasar la cerradura, la desmontaremos quitando los tornillos laterales que permiten que accedamos a su mecanismo interno.
Comprobamos el mecanismo: las piezas deben estar bien engrasadas y limpias, y el muelle en buen estado. Si apreciamos que alguna pieza está estropeada, procederemos a sustituirla por una que reúna las mismas características.
Y para finalizar, una curiosidad o truco: si pintamos la llave antes de introducirla en la cerradura con una mina de lápiz, conseguiremos mejorar el rendimiento del cerrojo.