Plantación y cuidados de la pachira aquatica

A la hora de decorar una estancia con plantas, deberemos tener en cuenta qué tipo de contenedores necesitan. No debemos solamente fijarnos en que combine mejor con los colores de la habitación, sino en que éste sea óptimo para las necesidades de la planta en cuanto a drenaje, capacidad, peso...

En este caso, hemos seleccionado un contenedor ligero de resina para plantar una pachira acuática que combinará perfectamente con la estancia. La pachira se caracteriza por su tronco trenzado, el cual aporta vistosidad y elegancia a la estancia donde la coloquemos. Además, su follaje verde intenso también es muy agradecido.

A la hora de trasplantar la pachira acuática al contenedor, lo primero será crear una zona de drenaje en la base. Para ello, cubriremos el fondo con perlita o arlita. Una vez cubierto el fondo de drenaje, incorporaremos el sustrato, en este caso, un sustrato hidrocontrol. Gracias a sus propiedades, permite una liberación de la humedad que la planta necesita de forma progresiva.

La pachira acuática necesita ser regada una vez cada dos semanas. Utilizando este sustrato hidrocontrol, los riegos pueden ser una vez al mes. Eso sí, regaremos abundantemente para que se consiga esa reserva de agua.

La pachira aquatica es una planta que puede crecer bastante en altura. Si queremos evitar que la planta crezca en exceso, podemos podar la parte superior, de esta manera, ganará en volumen y no en altura.

Necesita mucha luminosidad, eso si nunca sol directo, ya que si les da el sol directo pueden quemarse sus hojas. Si la planta tiende a encorvarse en dirección a la luz de la ventana, gírala para que el crecimiento sea siempre vertical.

En cuanto al abono, incorpora un abono específico para plantas de hoja verde en el agua de riego y, de esta manera, mantendrá el color verde intenso de sus hojas.