Muslos de pollo con puré de castañas por Karlos Arguiñano ¡un delicioso plato otoñal!

Ingredientes (4 personas):

• 4 muslos de pollo (con el contramuslo)
• 4 dientes de ajo
• 50 ml de vino blanco
• 500 g de castañas
• 250 ml de leche
• 50 g de hojas de canónigos
• aceite de oliva virgen extra
• sal
• pimienta
• 2 ramas de tomillo
• perejil

Elaboración de la receta Muslos de pollo con puré de castañas por Karlos Arguiñano:

Corta una pequeña muesca en las castañas. Cuécelas durante 10 minutos en una cazuela con agua hirviendo. Refresca y pélalas. Ponlas de nuevo en la cazuela, añade la leche y una pizca de sal. Cuécelas a fuego suave durante 10 minutos más.

Pásalas por el pasa purés hasta conseguir un puré homogéneo.

Corta los muslos separando los jamoncitos de los contramuslos. Salpimienta, colócalos en un recipiente apto para el horno y riégalos con el vino blanco. Aplasta 4 dientes de ajo (con piel) con la hoja de un cuchillo y agrégalos. Deshoja las ramas de tomillo y espolvorea los muslos. Hornéalos a 190º durante 30 minutos.

Sirve en cada plato, un muslo (jamoncito y contramuslo), un diente de ajo y un poco de puré de castañas. Agrega un chorrito de agua y un poco de perejil picado a la fuente, remuévela un poco y salsea los muslos. Adereza los canónigos con aceite y sal, y pon una porción en cada plato. Adórnalos con unas hojas de perejil ¡lista para degustar esta espectacular receta de muslos de pollo!

Consejo e información nutricional:

Las castañas tienen una textura harinosa debido a su contenido en almidón, pero no contienen gluten por lo que son muy consumidas entre los celiacos.

Nutrición: La mayor parte de la grasa del pollo se encuentra en la piel por lo que se recomienda quitarla antes de cocinar el pollo para así evitar el consumo excesivo de grasas que aumentan el colesterol.

Es una carne que se digiere con facilidad, recomendada para todos y en especial para las personas con estómagos delicados, y con colesterol y ácido úrico elevados.

Nos aporta proteínas de calidad necesarias para mantener la masa corporal, para formar defensas y para que nuestro metabolismo sea el adecuado.

La pechuga tiene menos grasa que el muslo. Por esta razón resulta más seca y difícil de masticar, de manera que es más apropiado dar el muslo a niños y personas mayores, sobre todo si tienen problemas para masticar o tragar.

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