Cómo limpiar las alfombras en casa
Mantén tus alfombras limpias y relucientes con productos que tienes en casa: amoníaco, bicarbonato, limón o vinagre.
Las alfombras, ya sean grandes o pequeñas, y de diversos materiales como lana, vinilo, nylon, polipropileno o pelo, necesitan cuidados constantes y una limpieza regular para conservarse en perfecto estado a lo largo de los años.
Dependiendo de su tamaño y grado de suciedad, podemos optar por lavarlas en la lavadora o limpiarlas en seco. Este último método es recomendable aplicarlo a medida que vayan apareciendo las manchas.
Para su limpieza disponemos de varias opciones: desde utilizar amoníaco para manchas y malos olores hasta emplear bicarbonato de sodio para desinfectarlo en profundidad.
Limpieza profesional de alfombras en casa
Como parte del proceso, antes de limpiar cualquier alfombra es indispensable aspirarla a fondo para eliminar restos de migas, pelos, polvo y pequeños papeles. De igual modo, es necesario cuidarse la piel de manos a través del uso de guantes y mascarilla (en el caso de que se trabaje en una zona con poca ventilación).
Con amoníaco
Para limpiar las alfombras o manchas en moqueta con este método diluye 20 ml. de amoníaco en 100 ml. de agua tibia. Pulveriza esta solución con amoníaco sobre las manchas en la alfombra y usa el cepillo para disolverla. Puedes agregar unas gotitas de jabón líquido, aunque no es necesario.
Si tus alfombras son pequeñas y delgadas también puedes lavarlas por completo en una cubeta con agua tibia y amoníaco. En este caso, es importante que el producto actúe de 10 a 20 minutos. Tras hacerlo, puedes terminar el lavado en la lavadora, siempre con un programa para tejidos delicados y con centrifugado suave.
El detergente con amoniaco es uno de los mejores para limpiar alfombras, moquetas, tapicerías y otros textiles.
Con vinagre y limón
También podemos limpiar las alfombras con vinagre blanco y limón. Es muy sencillo, primero vertemos en un pulverizador una taza de vinagre blanco, zumo natural de un limón, una cucharada de jabón líquido y dos tazas de agua caliente. Agitamos para integrar los ingredientes y pulverizamos en limpiador con vinagre sobre las manchas de la alfombra o moqueta. Tras un reposo de cinco minutos frotamos la mancha hasta que desaparezca.
Con sal de mesa o cloruro de sodio
Uno de los mejores trucos para eliminar el mal olor de las alfombras es echar sal de mesa por toda su superficie. La sal de mesa es muy barata y tremendamente eficaz quitando olores y desinfectando alfombras y otros textiles. cumpliendo esta labor. Aparte de quitar los olores nauseabundos, también es eficaz para desinfectar la alfombra o moqueta.
En este caso, lo único que tenemos que hacer en esparcir sal fina o gruesa por toda la superficie de la alfombra durante 15-25 minutos. Después, aspiramos y voilà: alfombras sin olores en tiempo récord.
Otra fórmula para acabar con los olores de las alfombras y moquetas es utilizar una combinación de bórax (125 g.), bicarbonato de sodio (250 g.), aceite esencial de lavanda, aceite esencial de árbol de té y aceite esencial de menta (6 gotitas en cada caso). Esta fórmula debe estar al menos 20 minutos en la alfombra antes del aspirado final.
Con bicarbonato de sodio y vinagre blanco
Si las alfombras tienen manchas de vino, comida, de orina o similares, las eliminamos con un limpiador casero a base de bicarbonato de sodio (60 g.), vinagre blanco (500 ml) y agua tibia (500 ml). Esta fórmula casera limpia manchas orgánicas y olores extraños de las alfombras o moquetas.
Más consejos para limpiar alfombras y moquetas grandes
Para quitar manchas de alfombras y moquetas de gran tamaño también puedes recurrir al amoníaco perfumado. ¿Cómo? Haz una mezcla con agua caliente y amoniaco líquido y aplica con un paño de algodón sobre la mancha a tratar. Deja que la alfombra absorba la humedad y el producto unos minutos. Para terminar, frota con suavidad y limpia con un paño seco.
Si la mancha es muy profunda, seca con un papel absorbente lo máximo posible y después, aplica la solución (agua caliente y amoniaco) y frota con un cepillo.
Cómo guardar las alfombras
Muchas personas optan por retirar las alfombras en primavera para mantener la casa fresca. Si son pequeñas, es recomendable extenderlas y envolverlas en papel de embalar para protegerlas del polvo durante el verano. Para las alfombras de mayor tamaño, lo ideal es enrollarlas con el pelo hacia adentro y asegurarlas con cinta adhesiva en el exterior.
Es importante almacenarlas en posición horizontal para evitar que se deformen, en un lugar seco y bien ventilado para prevenir olores desagradables. Por último, para protegerlas de las polillas, puedes almacenarlas junto a cascaras de cítricos o crear saquitos con lavanda y hojas de romero.
