La poda del limonero, una tarea crucial para una abundante cosecha de limones
La poda del limonero es una de las técnicas fundamentales que debemos dominar si queremos que nuestros ejemplares se desarrollen de la mejor forma posible y sus limones sean de una gran calidad. Sin embargo, este puede ser uno de los cuidados más difíciles de dar.
¿Quieres saber cuándo realizar estas podas? ¿Para qué sirven? ¿Qué errores debes evitar? ¡En este artículo te lo contamos todo!
El limonero (Citrus x limon) es un árbol frutal muy común en parques y jardines de muchas ciudades españolas y que, sin duda, es el mejor cítrico que podríamos tener en nuestro jardín.
Está caracterizado por ser un árbol con hojas verdes y perennes que liberan un suave aroma a limón. No suele superar los 4 metros y suele contar con espinas gruesas que brotan de sus ramas.
Esta especie tiene una floración continua que da lugar al azahar, su característica flor blanca que, si logra ser polinizada, dará lugar a su preciado fruto, el limón.
Limones en árbol limonero
Esta fruta de color amarillo pálido tiene forma volada y mide unos diez centímetros de alto. Su interior está subdividido en gajos y cuenta con un fuerte sabor ácido. Esto hace que aunque no se consuma de la misma manera que sus parientes cercanos (mandarina y naranja, entre otros) sea muy apreciada en nuestra gastronomía.
Su consumo en pequeñas concentraciones lo hace ideal para que lo incluyamos en nuestro jardín, ya que con un solo árbol podemos asegurarnos el consumo de limón de toda nuestra familia. Sin embargo, si queremos mantener nuestro árbol sano y vigoroso para que pueda producir sus mejores frutas, debemos darle los cuidados adecuados.
Entre estos cuidados destaca la poda, una variedad de técnicas que nos pueden resultar algo complejas, pero que su dominio es más que necesario para que nuestras plantas crezcan sanas. ¿Sabes cómo hacerlo?
¿Para qué sirve podar un limonero?
Gracias a la poda del limonero obtendremos grandes beneficios para nuestra planta que fomentará un crecimiento más sano. Por ejemplo, la poda ayuda a mejorar la circulación interna del aire y la penetración de la luz del sol, lo que ayuda enormemente a evitar la aparición de enfermedades fúngicas.
Además, ayuda a controlar su tamaño y forma, algo que es fundamental si tenemos un pequeño limonero en nuestro jardín y no queremos que aumente su tamaño más de lo que nos podemos permitir.
¿Cuándo puedo podar un limonero?
El objetivo de la poda del limonero es reducir el número de ramas de manera que ayudemos a reconducir su savia hacia las ramas productoras de frutos.
Por este motivo debemos realizar la poda durante el periodo de reposo vegetativo, es decir, antes o después de la fructificación, pero nunca mientras esta ocurre, ya que no solo perderíamos parte de la producción, sino que no lograríamos nuestro objetivo de fortalecer las ramas principales del árbol.
Por ejemplo, podemos realizar la poda entre mediados y finales del invierno (enero o febrero), antes de la fructificación, o bien en verano (junio o julio) una vez hayamos recogido todos los limones de la temporada.
A pesar de esto, te recomiendo que realices la poda entre finales de invierno y comienzos de la primavera, justo después de las últimas heladas, ya que la poda era la fructificación, aunque no afectará a la producción de frutos, puede ser un estrés para el árbol. Estas fechas son flexibles y lo que es realmente importante es que adecuemos la poda al estado de salud de nuestra planta.
No es buena idea realzar una poda drástica si la salud de nuestro limonero no va a soportarla, por lo que la magnitud de esta técnica debe ser proporcional a la salud de nuestro árbol. Con una poda anual es más que suficiente para controlar su crecimiento.
A pesar de esto, muchas veces cuando nos iniciamos en la jardinería solemos ser conservadores para evitar excedernos, sobre todo en tareas como las podas. Por este motivo, si te sientes más cómodo realizando podas de menor magnitud, te recomiendo que realices una durante el invierno y otra a finales de verano, antes y después de la fructificación, aunque con cuidado de no estresar a nuestra planta.
¿Cómo puedo podar un limonero?
Lo primero que debemos hacer para podar nuestro limonero es contar con las herramientas necesarias. En este caso te recomiendo que adquieras unas tijeras de poda grandes, de manera que puedas realizar un corte limpio en las ramas de tu árbol.
Actualmente, existen muchos modelos en el mercado, habiendo incluso herramientas automáticas que te recomiendo si, como me pasa a mí, la fuerza no es tu punto fuerte. Sin embargo, siempre puedes utilizar otras herramientas como pequeñas sierras para estos trabajos.
Antes de comenzar a podar es necesario que limpies y desinfectes tus herramientas, de manera que evites la propagación de enfermedades a tus árboles a través de las heridas que aparecerán con la poda. Para ello, basta con lavar a fondo nuestras herramientas y utilicemos un poco de alcohol etílico a 96º para esterilizarlo.
Para comenzar con la poda debemos seleccionar las ramas más gruesas y sanas de nuestro árbol, que van a servir para formar la base del mismo.
Es importante que estas ramas no se entrecrucen entre sí ni crezcan hacia el interior de la planta, además de que respeten cierta simetría de la copa para evitar un excesivo peso hacia uno de los lados. Estas ramas serán las que respetemos y no eliminemos, por lo que se verán beneficiadas por la poda. El resto de las ramas secundarias, o aquellas primarias que estén enfermas o se hayan quebrado, deberán ser eliminadas, de manera que aclaremos las ramas primarias más pobladas.
Te recomiendo que aproveches para dar una forma adecuada a tu árbol que te permita acceder fácilmente a todos sus puntos para cuando quieras recoger los limones.
Principales dudas sobre la poda del limonero
¿Debo podar las ramas bajas de mi limonero?
Sí, cuando realicemos las podas deberemos eliminar las ramas bajas de nuestro limonero y los chupones que hayan podido aparecer.
Aunque pueda darnos lástima, eliminar estas ramas es fundamental, ya que van a realizar un consumo de recursos que no se traducirá en una gran producción de frutos. Esto es debido a que aquellas ramas que se quedan internas a la copa o en la parte más inferior no van a recibir una gran cantidad de luz, por lo que es más eficiente que las eliminemos.
¿Es necesario sellar las heridas después de podar un limonero?
Siempre que realicemos algún tipo de poda es recomendable sellar las heridas generadas. En el caso de una poda suave, por ejemplo, si tras un vendaval alguna rama se quiebra y tenemos que cortarla, no suele ser tan necesario.
Sin embargo, cuando podamos nuestro limonero, solemos generar decenas de heridas que pueden ser fácilmente aprovechadas por patógenos para infectar a nuestra planta, por lo que te recomiendo que las selles con pasta cicatrizante o, en su defecto, cera de vela.
Esto es tan fácil como limpiar bien la herida, retirándole cualquier corteza o astilla de madera que pueda haber alrededor de la zona de corte y aplicar el cicatrizante por toda la herida mediante una espátula o herramienta similar.
¿Puedo podar un limonero recién plantado?
La poda anual del limonero debe realizarse a partir de, aproximadamente, los 3 años de edad de la planta.
Antes de esta edad no tiene sentido que realicemos podas, ya que nuestra planta aún estará demasiado débil para soportarlas, además de que aún no podemos tener del todo claro cuáles van a ser las ramas principales y cuáles las secundarias.
Si realizamos podas antes de que exista un tronco lignificado y una cierta ramificación, podríamos eliminar demasiados recursos de la plana y afectar a su cultivo, pudiendo incluso morir.
La poda del limonero puede ser muy sencilla si sabes cómo. Espero que estos consejos te ayuden a mantener tus árboles frutales en maceta o jardín sanos y fuertes y a obtener una abundante producción de sabrosos limones. ¡No olvides regalar algunos a tus familiares y amigos! ¡Seguro que les encantará!
