Características del árbol limonero
El limonero o Citrus × limon es un árbol perenne de pequeño tamaño de la familia de las rutáceas.
Es un árbol frutal de crecimiento rápido que puede alcanzar una altura de entre 2 a 7 metros, aunque hay especies que pueden superarla.
De izq. a drch.: hojas del Poncirus trifoliata y del limonero
Las hojas del limonero, como la del resto de cítricos, son verdes, alargadas (miden entre 5 y 10 cm.) y con una espina en la base. Poseen un olor a limón y un conjunto de propiedades anti-bacterianas y anti-inflamatorias.
Durante la primavera, produce unas bonitas y pequeñas flores blancas llamadas azahar, que desprenden un aroma muy agradable, siendo muy utilizadas en perfumería y en la preparación de infusiones. Comparten la misma flor que el naranjo y el cidro.

Su fruto es el limón. Este es amarillo claro y de forma oblonga u oval (de unos 10 centímetros de largo). Su interior es muy utilizado en la alimentación por su sabor ácido, lo que ha dado lugar al amplio cultivo de este frutal.
Cómo cuidar un limonero
Luz y ubicación
El limonero es un árbol muy sensible a las bajas temperaturas, de hecho, es el cítrico que menos soporta el frío. La temperatura ideal para su cultivo se encuentra entre los 17 y 28° C de ahí que mayoritariamente esté plantado en la zona mediterránea de la península.
Es un árbol que necesita bastante luminosidad con, al menos, 5 o 6 de luz directa al día.

Riego
El limonero demanda riegos constantes, pero evitando siempre los encharcamientos. En función de la estación, habrá que hacerlo de forma más o menos frecuente.
Siempre que sea posible, se recomienda regar el árbol limonero con agua blanca ya que el agua dura provoca clorosis férrica en las hojas.
Suelos y abono
Requiere suelos permeables y poco calizos. Asimismo, es muy importante que el limonero tenga un protocolo continuado de abonado. Es recomendable hacerlo con un fertilizante de cítricos 3 o 4 veces al año durante la primavera, verano y otoño (siguiendo siempre las indicaciones del fabricante).
Plagas y enfermedades del limonero
Suele ser bastante habitual que el limonero sufra el ataque de la cochinilla, el pulgón, la negrilla, el minador de hojas de cítricos (Phyllocnistis citrella) y la mosca blanca.
Limonero con plaga de cochinilla algodonosa
Para acabar con ellas, podemos encontrar en el mercado una gran variedad de productos: desde insecticidas químicos con carácter sistémico a productos totalmente naturales.
Plantación de un limonero en una maceta
Cuando vayas a plantar un limonero en maceta, asegúrate, sobre todo si vives en una zona con invierno fríos, que haya sido injertada sobre el Poncirus trifoliata, un cítrico muy resistente al frío.
Limonero injertado sobre Poncirus trifoliata
Muchas variedades se suelen injertar sobre él para asegurar esta resistencia a las bajas temperaturas. Es el caso del limonero que te muestra Iñigo Segurola.
Saca el cepellón del tiesto antiguo y plántalo en uno nuevo con un sustrato de calidad rico en nutrientes.

Es aconsejable ir repicando el limonero progresivamente. Una vez pasen 3 años, trasplántalo a una maceta de un tamaño mayor.
Preguntas de interés sobre el cultivo del limonero
¿Cómo se podan los limoneros?
Cuando compres un limonero, podrás identificar tanto el patrón como la variedad. La parte inferior corresponde al patrón y la superior a la variedad.
Eliminar rama que salga del patrón
En el caso del ejemplo que te ha enseñado Iñigo Segurola, el patrón es un Poncirus trifoliata. Si ves que del patrón sale alguna rama de forma espontánea, deberás eliminarla. Si no lo hicieras, tendería a crecer con mucho más vigor que las de la variedad.
Sanear árbol limonero con falta de abono
Si tu limonero se defolia por una falta de abono (que te explicaremos a continuación) es importante que cortes todas las ramas que estén secas para sanearlo completamente y lo abones juste después.
Pinzar limonero
Asimismo, es aconsejable pinzar el árbol puntualmente en primavera para evitar que crezca demasiado y se mantenga compacto.
¿Por qué un limonero tiene las hojas amarillas?
La tonalidad amarilla en las hojas de los limoneros, y en general, en todos los cítricos, es bastante común. Iñigo Segurola ha comprobado cómo, tras el invierno, es habitual que estas adquieran este color y que, incluso, las pierdan (por lo menos, en la Cornisa Cantábrica).
Las causas principales por las que adquieren este color amarillento son dos: que tenga un exceso de cal y no pueda absorber el hierro que tiene la tierra, y que no disponga de los suficientes nutrientes, concretamente, de nitrógeno.
Hoja amarilla del limonero
Por lo tanto, para recuperar las hojas verdes del limonero, habrá que equilibrar ese pH echando sulfato de hierro a la tierra en zonas donde haya aguas duras o nutrir el árbol con un abono especial, en función de cuál sea la causa de ese amarilleamiento de las hojas.
¿Por qué se le caen las hojas a un árbol limonero?
Tanto el limonero como todos los árboles de hoja persistente, pierden las hojas de forma natural, ya que toda hoja tiene un ciclo de vida. A la vez que las pierden, sacan unas nuevas por lo que parece que no pierden nunca hojas.
El problema ocurre cuando el árbol deja de generar esas nuevas hojas. ¿Por qué pasa esto? Si está plantado en una maceta, lo más probable es que se deba a que necesite un trasplante. Cuando lleva muchos años dentro de un mismo contenedor, las raíces se reviran y chocan contra él sin que puedan extenderse.
Otra posible causa es que, si no hay un protocolo continuado de abonos, el limonero acaba sufriendo y su respuesta es esta defoliación exagerada de hojas.
Las soluciones a estos problemas son en, primer lugar, realizar un trasplante a una maceta más grande para que se activen las raíces en un nuevo sustrato y, en segundo lugar, abonar unas 3 o 4 veces al año en los periodos de primavera, verano y otoño.
¿Cómo proteger un limonero del frío?
Los cítricos son plantas muy sensibles a las bajas temperaturas. Salvo ciertas especies como el Poncirus trifoliata, que es bastante resistente, se recomienda protegerlos durante el invierno. Te damos una serie de consejos tanto si está plantado en maceta como en el jardín.
Cómo proteger un limonero en maceta del frío:
La primera medida es colocarlo contra una fachada para que lo proteja. La segunda es envolverlo con sacas o fundas térmicas. Estas fundas son mejores que el plástico, ya que este material no crea unas condiciones de humedad excesivamente altas. Te mostramos algunas opciones de mallas antiheladas.
Proteger limonero, pomelero y esparraguera del frío
Antes de colocar las mallas, cerciórate que el limonero tenga un cepellón lo suficientemente grande y, en caso de que no sea así, trasplántalo a una maceta más grande. El sustrato protege las raíces y evita que se dañen con las heladas. Una vez que desaparezca el riesgo de heladas, puedes retirar las mallas.
Cómo proteger un limonero plantado en el jardín del frío:
Iñigo Segurola te propone crear una estructura en forma de tienda de campaña que recubra con un film de plástico. Antes de hacer la estructura, es aconsejable acolchar la tierra para evitar que el calor que desprende la tierra se pierda.

Para ello utiliza un sustrato que, además de proteger, mantiene una buena temperatura y aporta nutrientes y porosidad a la tierra.
Coloca unas cañas que serán la base de la estructura y únelas con una cinta creando una forma de tienda de campaña india.

Recubre toda la estructura en forma de pirámide, pero deja libre la parte inferior. En esa parte coloca un rollo de brezo natural y, de esta forma, el calor que emane la tierra, no se perderá y ayudará a aguantar mejor las bajas temperaturas del invierno.