Mousse de café, el postre fácil y delicioso de Eva Arguiñano

La mousse de café es un postre ideal para los amantes del café que buscan una opción suave y cremosa con un toque de chocolate.
Su preparación es fácil y el resultado es un postre delicioso y con un sabor intenso a café, complementado por las virutas de chocolate blanco y negro.
Esta receta es perfecta para cualquier ocasión especial y su textura ligera hará que se convierta en uno de tus postres favoritos.
Si te gustan los postres elegantes pero sencillos de hacer, esta mousse de café es la opción ideal. Sigue esta receta de Eva Arguiñano y disfruta de una mousse cremosa que sorprenderá a tus invitados.
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
10 m
Tiempo total
20 m
Ingredientes (para 4 personas)
- 3 yemas de huevo
- 3 cucharadas de azúcar
- 4 cucharadas de agua
- 175 ml de nata líquida
- 1 cucharada de café soluble
- chocolate blanco de cobertura
- chocolate negro de cobertura
- unas hojas de menta
Elaboración de la mousse de café paso a paso
1. Prepara el jarabe de café
En una cazuela, mezcla las 3 cucharadas de azúcar con las 4 cucharadas de agua. Agrega la cucharada de café soluble y calienta a fuego medio. Remueve hasta que el azúcar y el café se disuelvan completamente. Deja que hierva durante 3 minutos, formando un jarabe denso y fragante.
2. Añade el jarabe de café a las yemas batidas
En un bol, bate las 3 yemas de huevo con una batidora eléctrica. Mientras sigues batiendo, agrega poco a poco el jarabe caliente de café (ten cuidado de que no esté demasiado caliente para evitar cocinar las yemas). Sigue batiendo hasta que la mezcla se temple y tenga una textura esponjosa.
3. Monta la nata
En otro bol, coloca la nata líquida bien fría para montarla. Bate con las varillas hasta que esté bien montada, es decir, hasta que obtengas una textura firme. Esto es esencial para que la mousse quede ligera y cremosa.
4. Mezcla las yemas con la nata
Con una espátula, añade las yemas batidas a la nata montada. Hazlo con movimientos suaves y envolventes para no perder la aireación y conseguir una textura esponjosa.
5. Enfría la mezcla
Vierte la mezcla de mousse en copas individuales y refrigéralas durante al menos 2 horas. Esto ayudará a que el mousse se asiente y obtenga su consistencia perfecta.
6. Decora y sirve
Mientras la mousse se enfría, ralla el chocolate blanco y negro de cobertura. Puedes hacerlo con un rallador fino o con un cuchillo afilado. Las virutas de chocolate agregarán un toque crujiente y decorativo al postre.
Saca las copas de la nevera, espolvorea las virutas de chocolate blanco y negro sobre cada mousse y adorna con unas hojas de menta frescas.
Consejos para preparar una mousse de café perfecta
Usa un buen café soluble
Como el café es el sabor principal de este mousse, es recomendable usar un café de buena calidad. Un café fuerte realzará el sabor del postre.
Usa nata fría
Es importante que la nata esté bien fría para que se monte correctamente. Si no la tienes fría, puede que no monte lo suficiente y no obtengas la textura deseada.
No sobrecalientes el jarabe de café
Asegúrate de que el jarabe de café esté caliente, pero no hirviendo cuando lo añadas a las yemas, ya que esto podría cocinarlas.
Con qué acompañar la mousse de café
La mousse de café es deliciosa por sí sola, pero también puedes acompañarla con otros ingredientes para realzar su sabor y su textura.
Unos barquillos caseros crujientes serían perfectos para darle un toque crocante que contrastará maravillosamente con la suavidad de la mousse.
Las fresas, frambuesas o moras agregarán un toque de frescura y acidez que complementará muy bien el sabor del café.
Cómo conservar la mousse de café
Esta mousse de café puede guardarse en la nevera por 2-3 días sin perder su sabor ni su textura. Asegúrate de cubrir las copas con film transparente para evitar que absorban otros olores del refrigerador. Si deseas mantenerlo más tiempo, puedes guardarlo en un recipiente hermético, pero es mejor consumirlo dentro de los primeros días para disfrutar de su frescura.