Endivias a la plancha con salsa de yogur y mostaza por Karlos Arguiñano

Ingredientes (4 personas):

• 6 endibias o endivias
• 1 manzana (Granny Smith)
• 100 g de panceta ahumada
• 200 g de yogur griego
• 1 cucharada de mostaza antigua
• aceite de oliva virgen extra
• pimienta
• sal
• 15 hojas de cebollino
• perejil

Receta de endibias a la plancha con salsa de yogur paso a paso

Calienta una sartén pequeña con 1 cucharadita de aceite. Pica la panceta en daditos y agrégala. Saltéala brevemente hasta que se dore. Escurre y resérvala.

Lava la manzana, córtala en daditos, ponla en un bol y resérvala. Agrega el yogur, la mostaza y el cebollino finamente picado. En el momento de servir (para que la panceta no pierda el crujiente), incorpora la panceta y mezcla bien.

Vierte 4-5 cucharadas de aceite en una fuente grande y salpimiéntalas. Corta las endibias por la mitad y úntalas (por la parte interior) en el aceite.

Calienta una plancha, coloca encima las endibias (primero por la parte interior) y cocínalas durante 3-4 minutos. Riégalas con un chorrito de aceite, dales la vuelta y cocínalas durante 3-4 minutos más.

Retíralas y sirve 3 mitades en cada plato. Cubre las endivias a la plancha con la mezcla de manzana, yogur, mostaza y panceta. Adorna los platos con unas hojas de perejil.

Consejos para comprar, hacer y conservar endivias o endibias

Las endibias pueden resolverte un aperitivo, un picoteo o formar parte de una guarnición para pescados o carnes. Normalmente las comemos crudas, pero cocinadas a la plancha también quedan muy bien.

Cuando vayamos al mercado a comprar las endivias para saber si son frescas hay que fijarse en que la punta de de las ojos tenga un color brillante y suave, que no estén blandas, magulladas, lacias o muestias.

A la hora de conservarlas en casa, las introducimos en el frigorífico dentro de una bolsa perforada, pudiendo aguantar varios días en su mejor versión.

Aunque recomendamos comerlas de inmediato para que apreciemos todo su sabor; en el caso de que las queramos reservar es mejor no lavarlas, cortarlas ni separarlas hasta el momento en el que las vayamos a consumir.

Y también es conveniente evitar exponerlas a la luz ya que el blanco natural de sus hojas podría verse alterado, con lo que es mejor taparlas.