Crepes de avena

La avena se ha convertido en uno de los cereales más empleados en la actualidad, tanto para recetas dulces como saladas. Sus propiedades nutricionales la han convertido en uno de los ingredientes más presentes en las dietas saludables, gracias a su alto contenido en fibra, hierro, vitaminas y su capacidad para mantenernos saciados durante más tiempo.

En esta ocasión, te proponemos utilizarla para elaborar unos sabrosos y ligeros crepes que se convertirán en tu desayuno favorito.

Combínalos con alimentos dulces o salados, ¡vale todo! Y si quieres más opciones con este cereal, ¡toma nota de estas otras recetas con harina de avena!

Para obtener unos buenos crepes, la clave está en la proporción entre los ingredientes secos y los líquidos. Los ingredientes principales los puedes elaborar en casa o bien, comprarlos en una tienda de alimentación o supermercado. Para obtener la harina de avena, sólo necesitas triturar los copos de avena en un procesador de alimentos o una batidora potente. Para conseguir la leche de avena, solo necesitarías añadir agua y los ingredientes que más te gusten (canela, por ejemplo) para darle un poco más de sabor.

Nosotros hemos utilizado esta bebida vegetal para elaborar los crepes, pero si lo prefieres, también puedes utilizar leche de vaca o cualquier otra bebida vegetal, como almendra o coco, para aportarle otro sabor.

Ingredientes

• 1 taza de bebida de avena (250 ml)
• 1/2 taza de harina de avena (unos 100 g)
• 2 huevos
• Una pizca de sal
• 1 cucharadita de mantequilla derretida o de aceite de oliva

Cómo hacer crepes de avena paso a paso

Mezcla en un bol (o en el propio recipiente de la batidora) los huevos, la harina de avena y la bebida vegetal o la leche. En este paso, podrías añadir también esencia de vainilla, canela o alguna otra esencia o endulzante si así lo deseas. O si prefieres hacer crepes salados, puedes añadir hierbas aromáticas como orégano, albahaca, perejil...

Bate bien la mezcla hasta que esté bien suave y sin grumos. Déjala reposar en la nevera durante unos 30 minutos para que la masa líquida obtenga una textura más suave y uniforme.

Calienta una sartén antiadherente a fuego medio. Cuando esté bien caliente, añade un poco de mantequilla o aceite a la sartén y extiéndelo uniformemente por toda la superficie.

Vierte un poco de la mezcla de crepes en la sartén caliente, girando la sartén para que la masa cubra todo el fondo en una capa delgada y uniforme.

Cocina el crepe a fuego medio. Ten cuidado con la intensidad del fuego, para que los crepes no se quemen por debajo antes de que estén listos en la parte superior. Con la ayuda de una espátula, da la vuelta al crepe cuando los bordes estén dorados y veas la parte superior cocinada.

Cocínalo por el otro lado durante otros 1-2 minutos o hasta que esté dorado.

Repite el proceso con el resto de la mezcla, engrasando siempre la sartén entre crepe y crepe.

Sirve los crepes calientes y acompáñalos con tus ingredientes favoritos, dulces o salados, porque ¡lo admite todo! Para hacer tus crepes dulces, añade fruta variada, chocolate, nata... Y si prefieres salado, puedes jugar con todo lo que se te ocurra: jamón, queso, espinacas, champiñones, tomate, rúcula, bacón, atún, salmón ahumado... ¡Experimenta con lo que más te guste!

Los crepes de avena, una elaboración rica en hierro

Al ser rica en hierro, la avena es uno de los alimentos más recomendables en el inicio de la alimentación complementaria de los bebés, a partir de los 6 meses (más o menos). Para conseguir una mayor absorción de este mineral, se recomienda siempre combinar la ingesta de la avena con alimentos ricos en vitamina C, como naranjas, kiwis o fresas. Si vas a comer un crepe salado, incluye pimiento rojo, uno de los alimentos con mayor contenido de vitamina C que existen.