Vinagreta de miel y mostaza casera para dar alegría a tus ensaladas

Si estás buscando una salsa diferente al clásico aliño para darle vida a tus ensaladas, tienes que probar esta sencilla y rápida receta de vinagreta de miel y mostaza casera. Una salsa agridulce que le aportará un punto muy especial hasta a las ensaladas más sencillas.
Raciones
1
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
5 m
Cocinado
5 m
Tiempo total
10 m
Ingredientes para hacer una vinagreta de miel y mostaza
- 6 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de zumo de limón
- 1 cucharada de mostaza de Dijon
- 1 cucharada de vinagre
- 1 cucharada de miel
- Pimienta
Elaboración de la vinagreta de miel y mostaza
Pon en un bol la miel y caliéntala unos segundos en el microondas hasta que esté líquida.
A continuación, mezcla la miel con el zumo de limón, el vinagre, la mostaza y la pimienta.
Por último, añade el aceite y mezcla bien con una varilla.
Colócala en una salsera para servir. Antes de aliñar , vuelve a ligar la salsa con una cuchara.
Cómo conservar la vinagreta de miel y mostaza
Si no vas a utilizarla en el momento o te sobra vinagreta después de aliñar tu ensalada, métela en un recipiente de vidrio con tapa hermética, para mantener su sabor y frescura, e introdúcela en la nevera inmediatamente.
En condiciones óptimas, la vinagreta casera de miel y mostaza debería durar hasta dos semanas en la nevera, ya que el vinagre y la miel actúan como conservantes naturales. Pero la frescura puede variar, según la calidad de los ingredientes y si se ha mantenido siempre en buenas condiciones.
Si en algún momento notas un cambio en el olor, sabor o apariencia (una textura diferente a la habitual), es mejor que la deseches.
Cuando la vayas a usar, acuérdate de agitarla primero, para que todos los ingredientes se vuelvan a mezclar.
En qué platos utilizar la vinagreta de miel y mostaza
Como ya hemos dicho, la vinagreta de miel y mostaza es perfecta para dar alegría a todas las ensaladas, incluso a las más sencillas de solo hojas verdes como rúcula, espinacas, o lechuga. Añade un toque dulce y picante que equilibra bien los sabores.
También funciona muy bien con ensaladas que incluyen frutas como manzanas, peras, o fresas, aportando un interesante contraste.
Pero no solo sirve de aliño de ensaladas, ya que también puede acompañar a un pollo asado o a la parrilla o a pescados grasos, como el salmón o el atún, ya sea para marinarlos antes de cocinarlos o como salsa después.
Dale un punto especial a tus verduras asadas, como zanahorias, calabacines o pimientos, o a tus sándwiches, especialmente si llevan queso o pavo.
La vinagreta también puede servir para marinar un tofu antes de cocinarlo, al que le aporta un toque de sabor muy especial.