Unos sencillos pasos para mantener la zona del piercing limpia y evitar, de esta forma, posibles infecciones y futuras complicaciones
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Hogarmania, 6 de octubre de 2021
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Unos sencillos pasos para mantener la zona del piercing limpia y evitar, de esta forma, posibles infecciones y futuras complicaciones
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Hogarmania, 6 de octubre de 2021
Dedicar unos minutos al cuidado de la zona, donde recientemente te has hecho un piercing, es fundamental para evitar infecciones y posibles complicaciones en un futuro. Para ello, es esencial que lleves a cabo una buena higiene. Por otro lado, es importante que tengas muy presente que un piercing es una perforación en la piel y que, por tanto, la zona necesita cuidados especiales para que cicatrice de forma correcta. Un proceso con el que hay que tener paciencia, pues en ocasiones puede ser más lento de lo deseado.
Antes de tocar la zona del piercing es esencial que te laves las manos. Las manos son una de las partes del cuerpo con más bacterias y microorganismos.
A medida que la herida vaya cicatrizando, es habitual que empiece a aparecer costra en la zona. Para quitarla, utiliza un bastoncillo de algodón humedecido con agua para que se ablande y, de esta forma, poder quitarla sin realizar ningún tipo de esfuerzo. De lo contrario, el piercing podría infectarse y la zona de alrededor irritarse.
Elimina cualquier tipo de bacteria de la zona con agua y jabón para evitar que el proceso de cicatrización se complique. Una vez hayas terminado de limpiarlo, aclara bien la zona para que no quede ningún resto de jabón en el orificio.
El contacto de este tipo de productos con la zona del piercing aumenta la posibilidad de que aparezca una posible infección. Deberás esperar un tiempo hasta que la herida cicatrice y puedas volver a utilizar alguno de estos productos sin necesidad de correr ningún riesgo.
Es recomendable que no te quites el pendiente hasta que el profesional que te ha realizado el piercing te lo indice. Ese periodo de tiempo tiene especial relevancia porque durante este tiempo la herida cicatrizará y se reducirá el riesgo de sufrir algún tipo de infección. ¡Que las prisas no te jueguen una mala pasada!
El roce de la ropa puede favorecer la aparición de bacterias y, como consecuencia, alargar el proceso de cicatrización de la herida. Evita que el piercing entre en contacto con cualquier elemento que no forme parte del proceso de curación, pues una herida sin cicatrizar puede infectarse muy fácil. ¡Ten cuidado!
Seis sencillos pasos con los que mantener la zona del piercing bien cuidada y protegida. Asimismo, desde Hogarmania te recomendamos que, en caso de tener cualquier duda o complicación, no dudes en acudir a un profesional.