Cover up del tatuaje, todo un arte

Antes de hacerse un tatuaje, se recomienda a la persona que se lo quiere hacer que recapacite la idea para que no se arrepienta en el futuro.

Hay quienes tienen claro desde un principio qué quieren y en dónde lo quieren pero hay otras que llevados por la moda de la época son tentados a ponerse tinta en la piel.

Después de hacerte el tatuaje, puedes acabar lamentándote habértelo hecho, ya sea porque el resultado final no es el que esperabas (de ahí la importancia de buscar un buen tatuador) o que sencillamente te haya dejado de gustar.

En este tipo de situaciones tienes varias opciones: o utilizas las últimas tecnologías que existen para eliminarlo o decides hacerte un “cover”. Y de esta última opción vamos a hablar en este artículo.

El arte del cover up

Un “cover” es tapar o cubrir el tatuaje que no te gusta con otro tatuaje encima. Busca un especialista en el tema, no todos los tatuadores son buenos haciendo covers. En el resultado final intervienen una gran cantidad de circunstancias, te las contamos a continuación.

Para el nuevo tatuaje, el tatuador deberá utilizar las líneas base para su nueva creación. Además, debe tener una gran imaginación para saber adaptar el diseño anterior al nuevo.

Aun así, debes saber que no todos los tatuajes pueden ser tapados con otro, sobre todo, los que se realizan con tinta negra. Por lo que si es tu caso, una opción podría ser primero acudir a un centro donde te eliminen el tatuaje con láser para, a continuación, hacerte un diseño que sí que te guste (eso, sí piénsatelo dos veces antes de elegirlo, no queremos que te vuelva a pasar lo mismo).

Cover up de tatuajes

Estos son algunos tatuajes hechos con cover up. ¿Te gustan?