Distintos tipos de chaleco para un look versátil y moderno

El chaleco es una prenda muy versátil que combina con casi todo y se adapta a cualquier tipo de cuerpo. Se lleva sobre camisas, vestidos, camisetas ceñidas con o sin mangas e incluso a cuerpo.
Según el corte, el chaleco puede llevarse ajustado o amplio, suelto o abrochado. Para conseguir un estilo formal, lo más común es llevar el chaleco en un color neutro sobre una camisa normalmente blanca.
Pero para un look más moderno e informal puedes recurrir a cualquier prenda que combine adecuadamente con el corte, el color y la textura del chaleco. Hoy en día puedes encontrar un sin fin de modelos de chaleco: lisos, estampados, bordados, de rayas, de cuadros...
A la hora de combinarlos es muy importante tener en cuenta el color y el estampado de la ropa para hacerlo correctamente. Si el chaleco es liso, sin dibujos, lo puedes combinar tanto con un top estampado como con uno liso, pero en caso contrario, habrá que llevarlo con una camiseta sencilla y sin adornos si no quieres que te quede un outfit demasiado recargado.
Modelos de chaleco
Chaleco corto

El chaleco corto es el más versátil y fácil de llevar. El largo queda a la altura del ombligo, pudiéndose llegar a ver si no llevas ninguna prenda por debajo. Se suele llevar ceñido y admite todo tipo de combinaciones: con pantalones vaqueros, falda corta y larga... También puedes llevarlo con una camiseta de manga corta o top de tirantes.
Truco de estilista: Si lo llevas a cuerpo, queda genial si te adornas el cuello con collares de diferentes larguras.
Chaleco sastre

El chaleco sastre es un poco más largo que el anterior, es más sobrio y serio, y puedes llevarlo de una manera más clásica con unos pantalones o una falda de traje para un estilo formal, pero también con unos jeans para un look más desenfadado. Este modelo de chaleco es el más apropiado para aquellas mujeres de cintura ancha, ya que estilizan el tronco si lo llevas abierto.
Truco de estilista: Quítale seriedad con una cazadora motera o un pantalón o minifalda vaquera corta.
Chaleco smoking

El chaleco tipo smoking aporta mucha personalidad y elegancia al outfit. Siendo el más elegante y festivo, puedes combinarlo con unos pantalones negros de traje y camisa blanca, para ir a una cena o un evento de noche, sobre todo si es de raso o lentejuelas.
Truco de estilista: Píntate los labios de rojo y dale un toque masculino poniéndote una pajarita.
Chaleco largo

Los chalecos largos son ideales para llevar con jeans, leggins o pantalones pitillos. Los confeccionados en piel y pelo sintéticos son muy favorecedores y además resultan muy cálidos en las temporadas más frías.
Truco de estilista: Combínalo con un vestido de encaje o tipo lencero para crear un contraste de tejidos más interesante.
Chaleco de punto

Los chalecos de punto pueden ser abiertos, en pico e incluso de cuello vuelto. El grosor del punto también te puede dar un aire más rústico a tu look si escoges un punto más grueso.
Truco de estilista: Combina tu chaleco de punto grueso con un tejido más fino, para crear un juego de texturas y no aportar demasiado volumen a tu figura.
Como has visto, los tejidos de los chalecos pueden ser muy variados: de punto, de paño, de pana, de algodón, de tejido vaquero... Y tienes diferentes larguras y cortes que se ajustan a las diferentes siluetas.