Tu colchón viejo podría convertirse en un sofá de IKEA

¿Alguna vez te has deshecho de un colchón viejo? ¿Sabes qué sucede con él?
Hasta hace poco, la mayoría de los colchones acababan en vertederos o incineradoras, generando un impacto ambiental considerable.
Sin embargo, en la actualidad, se reciclan y sus materiales se reutilizan para fabricar nuevos productos, como sofás, colchones y otros muebles en empresas como IKEA.
Reciclar colchones: una nueva oportunidad
En los últimos años, los Países Bajos han logrado reciclar aproximadamente el 50 % de los colchones desechados, reduciendo significativamente la cantidad de residuos que terminan en los vertederos.
Una de las empresas pioneras en este proceso es RetourMatras, especializada en el desmontaje y reciclaje de colchones.
Su labor permite recuperar hasta el 80 % de los materiales que componen un colchón y darles una nueva vida en la industria del mobiliario.
¿Cómo se recicla un colchón?
El proceso de reciclaje comienza con la retirada de la funda del colchón, que se recicla de manera independiente. Luego, se separan los materiales internos: espuma de poliuretano, espuma de látex y resortes metálicos. Cada uno de estos elementos es procesado para su reutilización en la fabricación de nuevos productos.
Uno de los avances más significativos de RetourMatras es la transformación de la espuma de poliuretano en repoliol, un compuesto químico clave para la producción de nueva espuma. Esta tecnología permite reemplazar el poliol virgen, un derivado del petróleo, reduciendo el impacto ambiental y fomentando la circularidad en la industria del mobiliario.
Este material reciclado es utilizado en la fabricación de colchones, sillas y sofás. Empresas como IKEA han adoptado este enfoque, empleando la espuma reciclada en 31 líneas de productos. Se trata de una alternativa circular para reducir el uso de materiales derivados de fósiles en la producción de espuma.

IKEA apuesta por el reciclaje en sus productos
En 2019, Ingka Investments, la rama de inversión de Ingka Group (principal franquiciado de IKEA), se convirtió en accionista de RetourMatras. Desde entonces, han trabajado juntos para ampliar la capacidad de reciclaje de colchones en los mercados minoristas de IKEA.
Como resultado de esta colaboración, la marca sueca ha utilizado materiales reciclados para fabricar 31 líneas de productos, incluyendo sofás, colchones y sillas. Esta estrategia no solo reduce la cantidad de desechos, sino que también permite la creación de muebles más sostenibles para los consumidores.
IKEA también está trabajando en el diseño de sus productos para facilitar su reciclaje. Por ejemplo, muchas de sus fundas de colchón están fabricadas con poliéster 100 % reciclado y cuentan con cremalleras que permiten retirarlas fácilmente, facilitando su reutilización y reciclaje.
El compromiso de IKEA con la economía circular es ambicioso: para 2030, la empresa aspira a que el 100 % de las materias primas utilizadas en sus productos sean renovables o recicladas. Esto implica reemplazar materiales de origen fósil, como la espuma de los colchones, por alternativas sostenibles y recicladas.

Expansión del reciclaje de colchones
Actualmente, RetourMatras opera seis plantas de desmontaje en los Países Bajos, Reino Unido y Francia, con una capacidad total de reciclaje de 2,5 millones de colchones al año. Sin embargo, solo una de estas plantas cuenta con la tecnología avanzada necesaria para convertir la espuma reciclada en repoliol.
La expansión de esta tecnología será clave para aumentar la cantidad de colchones reciclados y seguir avanzando hacia un modelo de producción más sostenible.
Un futuro más sostenible
El caso de RetourMatras e IKEA demuestra que el reciclaje de colchones es una solución viable y efectiva para reducir el impacto ambiental de la industria del mueble.
Con iniciativas como esta, la transición hacia una economía circular se vuelve más tangible, ofreciendo a los consumidores opciones más sostenibles sin sacrificar calidad ni comodidad.