5 trucos de bricolaje y DIY para pasar menos calor en verano
Trucos para una casa más fresca
Combate el calor sin aire acondicionado con estas ideas DIY que refrescan tu hogar y cuidan tu bolsillo.

El verano es sinónimo de sol, terrazas, vacaciones y planes relajados, pero también de calor sofocante, especialmente en algunas zonas de España, como el mediterráneo o el sur.
Si no tienes aire acondicionado o quieres soluciones más sostenibles, estos trucos de bricolaje y DIY te ayudarán a refrescar tu hogar de forma práctica e ingeniosa sin gastar demasiado.
A continuación, te damos 5 trucos infalibles para pasar menos calor este verano.
1. Crea un aire acondicionado casero con un ventilador y hielo
Refrescar el aire de forma artesanal con trucos funcionales es clave. No necesitas gastar mucho dinero en un equipo de aire acondicionado para disfrutar de un hogar más fresco, con un ventilador, un recipiente ancho (una cubeta, un balde…) y hielo, puedes conseguir un efecto similar de forma sencilla.
Coloca el recipiente con hielo frente al ventilador y deja que el aire circule. A medida que el hielo se vaya derritiendo, el ventilador proyectará una brisa fresca y húmeda.

2. Instala cortinas térmicas o haz unas caseras
Las ventanas son una de las principales fuentes de calor en verano. De hecho, es importante bajar las persianas en cuanto empieza a pegar el sol para que el calor no se meta de lleno dentro del hogar.
Además, también puedes incorporar una solución eficaz y económica, como colocar cortinas térmicas, que bloquean el calor exterior. Pero si eres una persona manitas, puedes hacer tus propias cortinas térmicas usando un tejido reflectante metalizado, una tela bonita y cinta adhesiva de doble cara. Solo necesitas una tarde y un poco de creatividad para conseguir darle un toque más fresco y agradable a tu salón.
3. Sella rendijas y ventanas con burletes adhesivos
El calor se cuela por todas partes… Si dejas que lo haga.Parece un detalle sin importancia en verano, pero sellar bien puertas y ventanas puede marcar una gran diferencia con el calor que entra en casa.
Los burletes adhesivos se colocan fácilmente y evitan que entre el aire caliente y se escape el fresco del interior. Este truco también funciona en invierno, así que es una inversión clave para todo el año. Además, mejora el aislamiento acústico, lo que tampoco viene mal en época de terrazas nocturnas y fiestas locales.

4. Pinta o forra el tejado con materiales reflectantes
Si vives en una casa o en el último piso, el tejado puede ser una fuente importante de calor, así que puedes tratarlo para aislar mejor tu hogar. Existen pinturas térmicas reflectantes (blancas o plateadas) que repelen hasta el 80% de la radiación solar. Si pintar no es una opción, también puedes colocar láminas reflectantes bajo la cubierta o en el falso techo. Es un proyecto un poco más complejo, pero notarás la diferencia en el primer día de calor abrasador.

5. Haz un jardín vertical interior con plantas purificadoras
Las plantas no solo decoran: también refrescan el ambiente al liberar humedad. Un jardín vertical interior, hecho con palets o estructuras recicladas, por ejemplo, puede convertirse en una buena ayuda contra el calor.
Usa especies como el helecho, la sansevieria… que limpian el aire y aumentan la humedad relativa. Insta tu jardín vertical cerca de una ventana, pero sin sol directo, y tu casa respirará mejor… y tú también.
Juega con la ventilación cruzada
Además de todos estos trucos, no olvides el poder de la ventilación natural. Es esencial que ventiles la casa todos los días. Abre ventanas opuestas durante las horas más frescas del día (temprano por la mañana o por la noche, cuando el sol ya se ha escondido) y mantén todo cerrado durante las horas de más calor. Puedes reforzar este sistema con ventiladores estratégicamente colocados, para que todas las estancias estén frescas por igual.