Cómo arreglar una manilla descolgada
¿Una de las manillas de tus puertas de interior se ha descolgado y no sabes cómo solucionarlo? Te damos los mejores trucos para dejarla colocarla correctamente de nuevo.
A veces las manillas de las puertas interiores se sueltan y se descuelgan, especialmente las de las casas más antiguas, donde las puertas tienen ya muchos años.
Aunque una manilla de puerta descolgada puede parecer un problema menor, si no se soluciona a tiempo, puede derivar en una avería más seria que no impida abrir la puerta o cerrarla.
Afortunadamente, este tipo de arreglo suele ser sencillo y no requiere herramientas profesionales ni grandes conocimientos de bricolaje. Con un poco de paciencia y siguiendo los pasos adecuados conseguirás volver a dejar la manilla bien colocada.
Si eres de los que se sienten intimidados con solo ver un destornillador, no te preocupes, en este artículo te enseñamos algunos trucos prácticos y fáciles para solucionar el problema de tu manilla descolgada.
1. Identifica el tipo de manilla
Antes de empezar, observa qué tipo de manilla tienes. Las más comunes son las que se sujetan con tornillos visibles o con una pequeña tapa embellecedora. También puede haber un eje que une las dos partes de la manilla a través de la puerta. Entender qué tipo de manilla tiene tu puerta es importante para actuar correctamente y con seguridad.
2. Aprieta los tornillos
En la mayoría de los casos, una manilla se descoloca porque los tornillos se han aflojado con el tiempo. Usa un destornillador adecuado (plano o de estrella, según el caso) y aprieta los tornillos visibles. Si hay una tapa decorativa que los cubre, retírala con cuidado usando una tarjeta de plástico o la punta de un cuchillo. Hazlo despacio y poco a poco para evitar rayar la superficie.
Truco: Si no tienes destornillador a mano, una moneda delgada o una lima de uñas metálica puede ayudarte a hacer el apaño.
3. Revisa el eje
Si la manilla cuelga o gira sin accionar el mecanismo de la cerradura, probablemente el eje interior se haya desplazado. Este cuadradillo metálico es el que transmite el giro de una manilla a la otra. Tira ligeramente de ambas manillas para ver si el eje está mal colocado. Si ves que sí, vuelve a centrarlo y asegúrate de que esté bien alineado.
Una vez colocado, vuelve a apretar los tornillos para fijarlo todo y prueba que ya funcione bien.
4. Sustituye tornillos perdidos o desgastados
A veces, el problema es que uno de los tornillos se ha perdido o que con el paso del tiempo se ha desgastado y ya no agarra bien. En este caso, lo ideal es reemplazarlo por uno nuevo del mismo tamaño y con la misma forma. Si no tienes tornillos de repuesto, puedes tomar uno de otra parte y acudir a una ferretería con el viejo como muestra.
Truco casero: Si el tornillo baila en el agujero, mete un palillo de madera o un trozo de cerilla partida dentro del orificio antes de enroscar. Eso hará que agarre mejor.
5. Aplica lubricante si hace falta
Si la manilla roza, chirría, está muy dura o no vuelve a su posición, puede que necesite lubricación. Rocía un poco de aceite multiusos en la zona donde gira. No abuses del producto, solo tendrás que aplicar una pequeña cantidad.
6. No fuerces si algo no encaja
Si al desmontar o montar algo notas que una pieza se atasca o no encaja bien, no la fuerces. Es preferible detenerse y revisar el problema con calma o buscar ayuda de un profesional del bricolaje antes de romperla aún más.
Arreglar una manilla descolgada de una puerta de interior es una tarea sencilla que puedes hacer tú mismo con unas pocas herramientas básicas, algo de paciencia y siguiendo los trucos correctos.
