Cómo lubricar un pernio

Si al uso constante de una puerta le añadimos la suciedad y el óxido acumulados en el pernio, es muy probable que el pasador se agarrote y no gire hasta el punto de cascar.

Para que esto no suceda es necesario realizar de vez en cuando un buen mantenimiento con limpieza y lubricación.

Paso a paso sobre cómo lubricar un pernio

Paso 1
Comenzamos separando los pernios con el cincel y el martillo.

Paso 2
Los volvemos a encajar y comprobamos que no giran con soltura, necesitan que los engrasemos, un trabajo sencillo y efectivo

Paso 3
Comprobamos el tipo de pernio que lleva nuestra puerta. Algunos están preparados para poder ser lubricados sin necesidad de desmontarlos. Este por ejemplo tiene un orificio para introducir cómodamente el producto. Una vez que lo hemos aplicado impregnará el interior de la pieza que volverá a girar con total normalidad

Paso 4
También podemos encontrarnos con este otro tipo de pernios que cuentan directamente con un engrasador, se trata de un dispositivo que abre y cierra el orificio por el que podemos aplicar el lubricante.

Paso 5
En caso de que nuestra puerta tenga un pernio más básico tendremos que levantarla un poco. Hacemos palanca con la ayuda de un listón, elevamos la puerta sin llegar a desencajarla.

Paso 6
Limpiamos el pernio y aplicamos el lubricante, si nos hemos decantado por la grasa, con un pincel extendemos bien el producto en torno a la bisagra.

Paso 7
Sea el pernio que sea y elijas el producto que elijas no olvides realizar este sencillo mantenimiento regularmente. Sólo así tu puerta abrirá y cerrará sin problemas durante muchos años.