Qué se come en el cónclave que elige al nuevo Papa

Descubre qué comen en el cónclave que elegirá al nuevo Papa
Descubre qué comen en el cónclave que elegirá al nuevo Papa | Pinterest

Hoy arranca el cónclave que elegirá al próximo papa que sustituirá al fallecido Papa Francisco en el escalafón más alto de la cúpula eclesiástica católica. Una reunión a puerta cerrada en la que obviamente no faltará la comida. ¿Qué se come durante un evento de tan alto nivel?

135 cardenales se reunirán a partir de hoy en la Domus Sanctae Marthae, la residencia próxima a la Capilla Sixtina que durante el papado de Jorge Bergoglio se convirtió además en su residencia. Dado que estas reuniones se pueden alargar varios días, todo tiene que estar preparado para que los asistentes puedan cubrir sus necesidades alimenticias.

Para ello, se ha instalado una cocina en la residencia, gestionada por personal cuidadosamente seleccionado para cumplir todos los requisitos de confidencialidad que requiere el cónclave. El aislamiento absoluto es, de hecho, el principio en el que se basa todo el funcionamiento de esta reunión al más alto nivel.

Según cuenta el periódico italiano La Reppublica, no sólo los cardenales están totalmente incomunicados con el exterior. Los cocineros y camareros que les atenderán tampoco podrán disponer de teléfono móvil ni de dispositivos electrónicos y sus entradas y salidas serán estrictamente controladas por la seguridad del Vaticano. En los cónclaves más recientes incluso se han instalado dispositivos antiespionaje en zonas comunes y cocinas.

Cada miembro del equipo debe firmar un juramento de secreto, que prohíbe no sólo la divulgación de información, sino también el intercambio de palabras innecesarias con los cardenales que votan para elegir al nuevo Papa. El servicio de mesa es silencioso y las interacciones se reducen al mínimo.

Antiguamente las comidas las preparaban monjes y monjas, pero hoy se prefiere contar con cocineros laicos que ya trabajan en el Vaticano o provienen de instituciones de confianza. A veces también recurren a catering externo, pero siempre siguiendo un riguroso protocolo.

Cómo funciona la cocina del cónclave del Vaticano

Dado que se trata de una reunión eclesiástica y con un fin muy claro, no hay grandes lujos gastronómicos. Las comidas son sencillas, aunque siempre completas.

Los cardenales disfrutan cada día de un desayuno ligero con café o té, pan y mermelada.

Las comidas son completas, ya que cuentan con un primer plato, un segundo, una guarnición y una fruta. Las cenas son más frugales, aunque de una estructura similar.

El vino se proporciona en pequeñas cantidades y solo bajo petición, mientras que las bebidas alcohólicas están excluidas de los menús.

Siempre que sea posible, se tienen en cuenta todas las circunstancias personales de los cardenales, como alergias o intolerancias, aunque no hay concesiones gourmets.

A pesar de la austeridad, la comida que va a disfrutar el cónclave no estará exenta de sabor, ya que los platos que se ofrecerán están inspirados en la cocina tradicional italiana: risottos, pasta al horno, carnes blancas, pescado al horno, verduras a la parrilla...

Y de postre, siempre fruta de temporada. Excepto los domingos, que incluso les ofrecen un plato sencillo, pero especial, como una tarta o pudin.

La historia de la comida en los cónclaves

A lo largo de los siglos, las reglas relacionadas con la comida de los cónclaves han cambiado muchas veces, a menudo por razones prácticas.

Según cuenta La Reppublica, en 1274, el Papa Gregorio X, con la constitución Ubi periculum, introdujo reglas estrictas para acortar el proceso electoral: si no se llegaba a un veredicto en tres días, los cardenales recibían sólo un plato por comida. Después de ocho días, sólo pan, vino y agua. El objetivo era evitar cónclaves eternos como el que tuvo lugar de 1268 a 1271, ¡que duró tres años!

Está claro que la amenaza de pasar hambre surtió efecto, porque en el cónclave de 1276, en Arezzo, el nuevo Papa fue elegido en un solo día.

En el Renacimiento, el cónclave de 1549-1550 (que duró 71 días) tuvo como protagonista al célebre cocinero Bartolomeo Scappi, quien preparaba con gran maestría las comidas de los cardenales.

Cada almuerzo constaba de cuatro pases con múltiples platos, transportados de tal forma que se respetaba el aislamiento.

Scappi lo describió todo en su tratado Opera dell'arte del cucinare, hoy uno de los testimonios más preciados de la cultura gastronómica de la época.

stats