Te cuento dónde comer en Alicante, desde el desayuno hasta la cena

Alicante es una acogedora ciudad que se convierte en una fiesta con la llegada del verano. Si tienes la suerte de visitarla y disfrutar de todos los actos que se organizan en torno a las hogueras de San Juan, y no sabes dónde comer, aquí te doy unas pistas de los lugares que más me gustaron cuando la visité. Desde el desayuno hasta la cena, pasando por el aperitivo. ¡Vamos a comernos Alicante!
Alicante es para mí una ciudad especial desde que la visité el año pasado. Lo hice por un importante hito en mi carrera profesional y además, estando embarazada, así que quizá sea por todo eso que se ha quedado grabado en mi mente. Disfruté mucho la ciudad y pude conocer algunos de los restaurantes más recomendados y conocer otros que encontré por casualidad y que me encantaron.
Desayuno
Madness specialty coffee
Descubrí este local por casualidad buscando lugares para desayunar en el mapa de la zona en la que estaba alojada (a una calle de la Explanada de España). Vi que Madness tenía muy buena pinta y ahí me fui. ¡Y vaya si acerté!

Eso sí, no te puedo hablar del café, que seguro que es espectacular, porque soy una periodista rara que no toma, pero te puedo contar que disfruté muchísimo ese desayuno. Y dirás: ¿y qué hace una que no toma café en un local de café de especialidad? Pues beber leche sola en un recipiente monísimo y disfrutar de una tostada riquísima de huevos revueltos en una rebanada de pan artesano con base de queso cremoso, aguacate y unas semillas de sésamo. Ya, igual estás pensando que qué hipster todo, y puedes tener razón, ¡pero estaba todo buenísimo!
A pesar del sacrilegio de no tomar café, el trato fue buenísimo, el ambiente era super relajado y hasta el baño me pareció chulo, porque el lavabo es ¡una máquina de café! Así que si estás en Alicante, es un lugar perfecto para arrancar el día y empezar con fuerza el turisteo.
Aperitivo
El loco del Mar
Cuando viajas con cocineros, la visita al mercado de abastos de la ciudad es parada imprescindible. Es una manera de conocer la vida de una ciudad, los gustos de sus gentes, su idiosincrasia y la visita al Mercado Central de Alicante fue una experiencia genial. No sólo porque vimos puestos con muchísima vida, lo que da cierta esperanza de que la ciudad mantiene sus costumbres, sino porque también pudimos disfrutar de un local que para mí lo querría en Bilbao.

Visitamos El loco del Mar porque nos apetecía un aperitivo de marisco (para esto estábamos en ciudad costera) y nos encantó ver su funcionamiento, ya que los productos venían directamente del puesto de pescados y mariscos situado en frente del propio bar. Disfrutamos de unas gambas blancas, unas gambas rojas, unas galeras y unas cañaíllas. Me quedé con las ganas de probar las ostras y las piezas de pescado crudo, porque en ese momento no podía comer nada sin cocinar. ¡Así que habrá que volver!
El Mercado Central tiene también una gran importancia histórica, ya que durante la Guerra Civil fue objeto de un bombardeo por parte de la aviación italiana el 25 de mayo de 1938 y en él se conserva un reloj que dicen que marca la hora en la que se produjo el ataque, que dejó más de 200 civiles fallecidos.
Comida
Nou Manolín
Es uno de los restaurantes más reconocidos y más frecuentados de Alicante, y por mi experiencia, entendí por qué. Puedes disfrutar del Nou Manolín de dos maneras: en su maravillosa barra, situada en la planta baja o en los comedores de las plantas superiores. Eso sí, solo admiten reserva en mesa, para sentarte en la barra hay que esperar tu turno por orden de llegada.
La verdad es que fue una gozada ver el ambiente que había alrededor de esa barra, con una multitud de camareros y cocineros dando lo mejor para llegar a todos los comensales, que esperaban entusiasmados la llegada de sus platos. Y aunque sea un ambiente mucho más informal y alborotado que el comedor, no pienses solo en comer tapas sencillas, ya que sentado en esa barra, puedes comer los mejores pescados y mariscos de la carta.

Pero nosotros comimos en el comedor y disfrutamos de una comida genial a la carta. Comenzamos con unos sabrosos buñuelos de bacalao, unos tradicionales calamares a la romana, y continuamos con unos maravillosos erizos de mar gratinados. ¡Qué sabor! Uno de los mejores bocados de la comida, sin duda. Pero es que a partir de aquí, cada plato fue igual o mejor que el anterior. Disfruté de una espectacular gamba roja, unos maravillosos sepionet y me enamoré del salmonete en escabeche de zanahoria. ¡Qué maravilla! Para repetir y repetir.

Y llegó el plato fuerte, porque si vas a Alicante y no comes arroz es un sacrilegio mayor que beber leche sola en un bar con café de especialidad. Así que disfrutamos de un arroz de atún y gambas que estaba riquísimo. Mención aparte merece el atún, que por sí solo estaba espectacular. Cerramos la genial comida con un rico suflé de turrón. Sin duda, repetiré cuando vuelva a Alicante.
Cena
La taberna del gourmet
La taberna del gourmet es uno de esos restaurantes a los que puedes ir varias veces durante tu estancia en Alicante y comer diferente cada día por la extensión de su carta, basada en los productos locales de temporada. Nosotros, de hecho, fuimos dos veces y disfrutamos de dos comidas totalmente diferentes, aunque igual de buenas.

Fue el primer restaurante que visitamos recién aterrizados en Alicante y por supuesto, comimos un rico arroz a banda con gambita y calamar. Antes, para abrir boca, disfrutamos de nuestras primeras gambas rojas en Alicante y de una ración riquísima de coquinas o tellinas.
La segunda vez fue un picoteo mucho más informal con tapas y ensalada. Nosotros comimos a la carta, pero también tienen dos menús, uno de tapeo y otro de degustación, si no quieres complicarte eligiendo platos en la extensa carta.
Y entre comida y comida, aprovecha para pasear por la ciudad. Sube con tranquilidad al barrio de Santa Cruz y haz un alto en camino en alguna de sus tabernas más tradicionales antes de perderte por sus calles. Disfruta de las vistas de la ciudad desde el Castillo de Santa Bárbara. Pasea por la Playa del Postiguet. ¡Espero que disfrutes de Alicante tanto como lo hice yo!