Estos son los restaurantes de Barcelona que han enamorado a Karlos Arguiñano en su última visita

Karlos Arguiñano visitó Barcelona la pasada semana y ha vuelto enamorado de los tres restaurantes en los que comió. 'Distintos los tres, pero muy interesantes', explica.
Descubre cuáles son los locales de Barcelona en los que Karlos Arguiñano disfrutó de deliciosos platos y apúntalos para tu próxima escapada a la Ciudad Condal.
'Barcelona tiene sitios maravillosos para el papeo', sentencia Arguiñano. Así que en su última visita a la capital catalana no podía hacer otra cosa más que disfrutar de su gastronomía. Y por supuesto, como todo cocinero cuando viaja, visitar sus mercados.
'Estuve en el mercado de Sant Antoni, donde vi que vendían a peso alubias, lentejas y garbanzos ya cocidos, y vi a gente mayor, a gente que vivía sola, comprando medio kilo, 300 gramos, y decían me los llevo y luego en casa las apaño con un poco de cebollita, un refrito...', cuenta.
En el mercado de Sant Antoni, ya disfrutó de su primera comida, en el clásico bar Pinotxo. 'Ahí están Jordi, el sobrino de Pinotxo, con su hijo. Se come en una barra y en cuatro mesitas. Todo es comida con productos del mercado. ¡Maravilloso! Merece la pena una visita y comer ahí, no os olvidéis', recomienda Arguiñano.
Su segunda visita gastronómica en Barcelona fue el restaurante Roig Rubí, ubicado en la calle Séneca y abierto desde 1982. Arguiñano comió, 'entre otras cosas', unos guisantes de temporada 'buenísimos con un poco de butifarra negra'. 'Comimos muy rico, muy rico', recuerda.
Y el último restaurante de Barcelona que ha encantado a Karlos Arguiñano en su última visita es PUR. 'Nos atendieron de maravilla, era gente muy joven, pero todos super a punto', cuenta.
Y no solo le encantó el servicio, ya que algunos de los platos se han quedado grabados en su memoria. 'Recuerdo unas espardeñas, que nos pusieron unas rebozadas y otras, a la plancha, y luego, unas navajas así pequeñitas, que deben de estar de temporada'.
Está claro que este último bocado ha dejado huella en Karlos. 'Yo siempre he conocido las navajas grandes, pero estas eran pequeñas, como de bocadito. ¡Se comían como pipas! ¡Qué gozada!'.
Así que ya sabes, la próxima vez que visites Barcelona, donde también se encuentra Disfrutar, el mejor restaurante del mundo, ¡toma nota de los consejos de Arguiñano! 'Bien merece la pena visitar esos tres sitios. Distintos los tres, pero muy interesantes'.