Receta de callos y morros de ternera guisados en salsa de cebollas y pimiento choricero.
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Karlos Arguiñano, 30 de diciembre de 2015
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Receta de callos y morros de ternera guisados en salsa de cebollas y pimiento choricero.
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Karlos Arguiñano, 30 de diciembre de 2015
Coloca los morros, la pata de ternera troceada y los callos en una cazuela con agua hirviendo y blanquéalos a fuego fuerte durante 3-4 minutos. Escurre y repite la misma acción para blanquear por segunda vez. Escurre y reserva los morros y los callos.
Coloca en la olla rápida la cebolla blanca entera, la zanahoria, los clavos, unos granos de pimienta negra y 2 hojas de laurel. Introduce la pata de ternera, los callos y el morro. Cubre con agua, sazona, coloca la tapa y cocina (al 2) durante 30-35 minutos a partir de que suba la válvula de seguridad. Abre la olla y retira los callos y el morro a un plato. Déjalos atemperar. Cuela y reserva el caldo.
Para hacer la salsa, vierte en una cazuela un chorrito de aceite y dora los dientes de ajo pelados y laminados. Pica las cebollas rojas y el pimiento verde y añádelos. Trocea la guindilla, agrégala y deja pochar las verduras. Sazona. Coloca las verduras pochadas en un vaso batidor, añade un poco del caldo reservado (reserva el resto) y tritura con la batidora eléctrica. Reserva las verduras trituradas.
Pela y trocea el chorizo. Pica el jamón y rehoga en la misma cazuela donde se han pochado las verduras. Incorpora 2 cucharadas de harina y rehoga. Añade las verduras trituradas, la carne del pimiento choricero, y caldo hasta poner a punto la salsa. Introduce los callos y los morros troceados. Mezcla bien y cocina a fuego suave durante 10 minutos. Sirve los callos y los morros en un plato y decora con una hojita de perejil.
El clavo es una especia muy aromática y de sabor fuerte, por lo que se debe usar con cuidado. Si se emplea en dosis elevadas puede irritar el conducto digestivo, por lo que conviene moderar su uso y evitar esta especia en caso de padecer de estómago delicado.
Muchas veces marginamos de nuestra dieta ciertos alimentos como los callos y los morros. Y esto no tiene ninguna justificación, ya que suponen una alternativa interesante por ser escasos en grasas y por ser ricos en vitaminas y minerales. Para hacernos una idea, los callos tienen menos calorías que la carne.
Incluso, si cuidamos el contenido de grasa de la salsa que le añadamos, es un alimento que perfectamente puede incluirse en una dieta de adelgazamiento.
Los expertos en nutrición nos indican que comer bien es comer poco de todo y mucho de nada.