Karlos Arguiñano nos prepara un potaje de carillas alubias blancas con espinacas acompañado de un majado de pimiento choricero.
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Karlos Arguiñano, 21 de octubre de 2015
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Karlos Arguiñano nos prepara un potaje de carillas alubias blancas con espinacas acompañado de un majado de pimiento choricero.
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Karlos Arguiñano, 21 de octubre de 2015
Pon las carillas a remojo de víspera.
Vierte un chorrito de aceite en la olla rápida y dora la cebolla pelada y picada. Limpia y trocea la zanahoria y el puerro y añádelos. Sazona. Escurre las carillas y agrégalas a la olla. Pela la patata, haz cuadraditos e introdúcela. Retira el rabito al pimiento choricero, lávalo y añádelo a la olla. Agrega las hojas de laurel, cubre las carillas con agua y coloca la tapa. Cocina (al 2) durante 10 minutos a partir de que suba la válvula de seguridad.
Pasado este tiempo, abre la olla y retira el pimiento choricero a un plato. Déjalo atemperar, sácale la carne y colócala en el mortero. Pela y pica el diente de ajo, colócalo en el mortero y maja. Reserva el majado.
Retira las hojas de laurel de la olla, añade el majado y las espinacas limpias. Mezcla bien todo y deja cocinar a fuego suave durante 4-5 minutos. Sirve las carillas en plato hondo y decora con una hojita de perejil.
Las espinacas conforman un alimento básico en la dieta de las embarazadas por su contenido en ácido fólico y zinc. A la hora de comprarlas, descarta las que tengan manchas en sus hojas y resulten ásperas al tacto.
Esta receta es de gran interés para las embarazadas, por ser rica en folatos, presentes tanto en las carillas como en las espinacas.
Los folatos evitarán la anemia y la depresión postparto de la futura madre y malformaciones del feto a nivel del sistema nervioso.
Además, la fibra presente en las carillas y en las espinacas ayudará a regular el funcionamiento del intestino. Esto es especialmente interesante durante el embarazo, ya que suele ser frecuente el estreñimiento y sus complicaciones derivadas, como las hemorroides.
Un dato a tener en cuenta es que las espinacas no contienen tanto hierro como la gente piensa. Además, el hierro que aportan no es tan fácil de asimilar como el procedente de carnes o pescado. Por lo tanto, se aconseja a las ¿mujeres en estado de buena esperanza¿ un plato diario de carne o pescado para asegurarse el aporte de hierro necesario.
Tener el calcio equilibrado durante el embarazo es imposible de conseguir sin la presencia de lácteos en la dieta. Por eso, la nutricionista recomienda comer de postre un yogur, acompañado de unos higos secos y pasas.