
Economía
Suelo radiante refrescante: un sistema completo
Hogarmania, 14 de febrero de 2022
Funcionamiento silencioso, ahorro energético y libertad de decoración son algunos de los beneficios de este innovador sistema.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
El suelo radiante refrescante es un sistema que combina tanto la calefacción y refrigeración. Desde Hogarsense nos dan las claves para conocer un poco más sobre este sistema.
¿Sabías que hay otra modalidad de suelo radiante que es para el refrescamiento de la vivienda?
Es un sistema que combina tanto la calefacción y refrigeración. En verano, en vez de que el agua se caliente a una temperatura de 35-40°C para ofrecer calor a la vivienda, recorerrá las tuberías de la instalación a unos 14-18°C. Esto hace que absorba el exceso de calor local y proporcione una agradable sensación de frescor.
¿Cómo funciona el suelo radiante refrescante?
Como acabamos de mencionar, los equipos de suelo radiante para frío hacen circular agua fría por sus circuitos para enfriar la superficie. De esta forma, el suelo se refrigera a una temperatura inferior a la temperatura ambiente del espacio a climatizar y emana frío. Una ventaja que nos permite contar calefacción en invierno y refrigeración en la época estival con un mismo sistema.
Pero es que además, este tipo de instalaciones son perfectamente compatibles con múltiples tipos de superficie (parqué, cerámica, mármol, etc.). Eso sí, tenemos que evitar cualquier material que tenga un buen aislante térmico. Sino estaremos perjudicando la funcionalidad de la instalación.
¿Qué beneficios tiene una instalación de suelo radiante refrescante?
1. Comodidad durante todo el año: al poder funcionar tanto en frio como en calor, no necesitamos de dos instalaciones diferentes.
2. Los costes de mantenimiento suelen ser reducidos: para un sistema por refrescamiento radiante, se necesitan equipos capaces de generar frio. Estos son casi exclusivamente las bombas de calor, que al no ser sistemas que utilicen combustibles fósiles, apenas necesitan revisiones. La ley no obliga a realizar inspecciones periódicas, y el mantenimiento en general es mucho menor.
3. Funcionamiento silencioso: son una alternativa silenciosa que favorece un reparto uniforme del frío.
4. Ahorro energético: es una fuente de refrigeración de bajo consumo. Al demandar una menor potencia que otros sistemas para refrigerar, se considera que contribuye al ahorro energético de la instalación.
5. Ausencia de corrientes de aire: al ser una climatización por superficie radiante se evitan las corrientes de aire frío. Así, no nos vemos expuestos de forma directa a ellas. Además, al eliminarse el movimiento de aire se evita también el desplazamiento de polvo u otros alérgenos.
6. Más higiene y salud: los sistemas radiantes no utilizan corrientes de aire, por lo que no mueven polvo, ni lo inyectan desde equipos exteriores. Esto favorece la higiene y previene posibles alergias.
7. Libertad de decoración: muchos la definen como "invisible". Todos los circuitos se hayan debajo de la superficie, por lo que la estética de la instalación no se ve afectada en absoluto.
Aspectos a tener en cuenta para su buen funcionamiento
Al refrescar el suelo y por tanto la estancia, aumenta la humedad relativa, y por encima de unos limites no es confortable. Así que, es aconsejable controlar el grado de humedad relativa para que no supere el 75% HR como máximo.
El sistema tendrá que estar en posición verano, y los termostatos funcionarán con las consignas de confort y reducida que se hayan programado. Para que este modo de funcionamiento sea efectivo los ciclos de trabajo tienen que ser largos, de tal modo que la vivienda se mantenga fresca. No es posible refrescar la vivienda con ciclos cortos de tiempo como si fuera aire acondicionado.
Cuando una o varios termostatos demandan enfriamiento, la bomba de calor comienza a enfriar agua en el depósito de inercia a una temperatura que determina la máquina en función de la temperatura exterior y una curva de trabajo configurada en la maquina por el usuario. De esta manera el agua fría circula por los circuitos de suelo radiante correspondientes. Esto ocurre siempre y cuando no haya demanda de ACS (agua caliente sanitaria) y el sistema se encuentre en modo verano.
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