¡No volverás a usar suavizante! El truco con sal gruesa que deja tus toallas más suaves que nunca

Las toallas recién lavadas.
Las toallas recién lavadas.

Descubre cómo la sal gruesa puede devolver y mantener la suavidad a tus toallas sin usar suavizantes químicos ni lavar a mano.

Si tú tampoco soportas que tus toallas nuevas y suaves se queden duras y ásperas a los pocos lavados, este trucazo te va a encantar.

De la mano de las tendencias low cost y fast fashion que nos permiten encontrar cada vez más productos bonitos y baratos de forma accesible, nos encontramos también con una problemática importante: Nuestros textiles cada vez se endurecen más, pierden color y duran menos.

Los productos baratos parten también de una calidad más simple que hace que no duren tanto como quizás sí lo hacían antiguamente.

No obstante, en el caso de las toallas, se incluyen también otros factores que pueden afectar a que se queden duras y ásperas, incluso si han sido algo costosas.

Pero no te preocupes, ¡porque este problema tiene solución! Y además es muy sencilla de aplicar. No necesitarás productos químicos ni cargar tu espalda lavando a mano, un simple ingrediente que probablemente ya tienes en casa puede ayudarte a mantener y recuperar la suavidad de tus toallas: la sal gruesa.

Descubre los beneficios de la sal gruesa para que tus toallas mantengan su textura suave y color por mucho más tiempo.

¿Por qué se endurecen las toallas?

Con el tiempo y los lavados, las toallas tienden a acumular residuos de detergente, suavizante y minerales del agua, especialmente si vives en una zona con agua con mucha cal.

Esta acumulación hace que las fibras de la tela se endurezcan, afectando a la suavidad del tejido, y no tanto (afortunadamente) a su absorción.

De hecho, es posible que una toalla vieja seque mejor que una nueva, que además tienden a dejar pelusas. La clave está en conseguir encontrar el equilibrio, manteniendo la suavidad del principio con la funcionalidad de después.

Toallas blancas suaves y nuevas.
Toallas blancas suaves y nuevas.

La sal gruesa: un remedio casero y eficaz

La sal gruesa (también conocida como sal marina o sal gorda) no solo sirve para cocinar y decorar tus platos.

Gracias a sus propiedades naturales, es excelente para eliminar y evitar que se adhieran residuos de detergente y minerales del agua, así como para mantener el color de los tejidos y que no destiñan (importante también para tus toallas oscuras).

La sal actúa como un limpiador natural que ayuda a soltar las fibras, permitiendo que la toalla esté más suave.

La sal gruesa es ideal para mantener las toallas perfectas.
La sal gruesa es ideal para mantener las toallas perfectas.

¿Cómo usar sal gruesa en la lavadora?

Incorporar el truco de la sal gruesa en tu rutina de lavado es muy sencillo, ya que no tienes que lavar a mano, puedes utilizarla en la lavadora y potenciar a tope sus poderes suavizantes y conservadores.

  • Lava las toallas por separado : Es mejor que no mezcles las toallas con otras prendas para que el efecto de la sal sea más eficaz. Sobre todo en el primer lavado, separa las toallas por colores para evitar que destiñan.
  • Agrega sal gruesa al tambor : Añade aproximadamente 100 gramos de sal gruesa directamente dentro del tambor de la lavadora, junto con las toallas secas.
  • No uses suavizante ni detergente : La sal se encargará de darle la suavidad necesaria a tus textiles sin necesidad de suavizantes ni detergentes. Si quieres, puedes añadir vinagre blanco para potenciar el efecto suavizante y desinfectante.
  • Programa un ciclo largo con agua caliente : El agua caliente ayuda a disolver mejor la sal y a liberar los residuos incrustados en las fibras.
  • Secado al aire : Secar tus toallas al aire libre hará que se conserven mejor que con los calores artificiales de las secadoras.
Las toallas se quedan muy suaves con la sal gruesa.
Las toallas se quedan muy suaves con la sal gruesa.

¿Cada cuánto se puede aplicar este truco?

No es necesario que utilices sal gruesa cada vez que vas a lavar tus toallas, con utilizarla una vez al mes o cada cuatro o cinco lavados será suficiente.

La sal es un ingrediente natural que puede utilizarse para el mantenimiento y cuidado de diferentes elementos del hogar. Este sencillo truco casero dará el equilibrio perfecto de suavidad y absorción a tus toallas.

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