La camelia es un arbusto de grandes flores de color rosado, rojo y blanco. A continuación te damos todas las características y cuidados de la camelia.
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Bricomanía, 18 de enero de 2016
Arbustos
La camelia es un arbusto de grandes flores de color rosado, rojo y blanco. A continuación te damos todas las características y cuidados de la camelia.
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Bricomanía, 18 de enero de 2016
Nombre común: Camelia, camelio
Nombre científico: Camellia japonica
Familia: Teaceae
Origen: Asia
Ubicación: Exterior
Luz: Prefieren la sombra o semisombra
Temperatura: climas cálidos con mínimas de hasta 12ºC
Riego: constante en verano y moderado en invierno
Abono: Después de la floración
La camelia es un arbusto de origen asiático que llegó a Europa en el siglo XVI. Se caracteriza por sus flores solitarias de colores rosas, rojos o blancos que carecen de fragancia y sus hojas son de color verde oscuro. Actualmente se conocen más de 3.000 variedades de camelias, que pueden alcanzar entre los dos y cinco metros de altura y se plantan tanto en macetas como en jardines.
Aunque soporta temperaturas de hasta 12ºC, no tolera las altas temperaturas ni la falta de humedad. Prefiere los climas cálidos y alejados de las corrientes. Normalmente se colocan en semisombra o sombra, aunque hay variedades que pueden crecer a pleno sol siempre que tengan humedad.
Le gustan los suelos húmedos pero bien drenados y con abundante materia orgánica, de naturaleza ácida o neutra, nunca calcáreo. El riego debe ser abundante en verano y moderado en invierno y se le puede añadir un abono específico para camelias y hortensias que aporte "ácido" y evite la clorosis férrica en época de crecimiento. Se multiplica por esquejes leñosos desde finales de verano hasta principios de otoño.
Puede verse afectado por el pulgón, la cochinilla y la araña roja. En cuanto a las enfermedades pueden producirse moteados en las hojas, producidas por los hongos; manchas plateadas, producidas también por los hongos; manchas amarillas en las hojas, producidas por la falta de hierro o manchas en los pétalos, producidos por otro tipo de hongos. Para combatir todos los hongos será necesario utilizar un fungicida.
La caída de los capullos antes de abrirse la flor puede deberse a un mal abonado, a destiempo, o por cambios de la temperatura. Además, demasiado sol puede producir quemaduras en las hojas o manchas en las flores.
La poda de limpieza se realiza en invierno eliminando las ramas secas, enfermas o muertas. Además, aprovecharemos para quitar todas aquellas ramas que están mal orientadas o cruzadas, así como rebrotes que surjan del pie del arbusto.
Por otro lado, la poda de floración se realiza en primavera tras la floración. Corta las yemas laterales para que surjan nuevos brotes al año siguiente. Si prefieres flores grandes, donde veas muchos brotes pódalos dejando uno solo en el mes de noviembre.