Para disfrutar de una buena infusión de manzanilla en casa nos bastará una pequeña maceta y un poco de maña. Os mostramos cómo se cultiva la manzanilla.
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Jardinatis, 18 de junio de 2019
Plantas
Para disfrutar de una buena infusión de manzanilla en casa nos bastará una pequeña maceta y un poco de maña. Os mostramos cómo se cultiva la manzanilla.
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Jardinatis, 18 de junio de 2019
La infusión de manzanilla común se elabora añadiendo las flores, secas o frescas. Aparecen en verano en largos tallos de follaje verde y lanceolado y son muy aromáticas cuando se desmenuzan. La manzanilla romano o camomila es la de mejores flores variedades. También existen otras que se utilizan para el césped, pero no producen flores para infusión.
La manzanilla se puede cultivar a partir de semillas o comprando plantas jóvenes en primavera. La podemos plantar en macetas de 30 cm a base de sustrato universal y la colocaremos a pleno sol. Peralta las macetas para evitar que las plantas se pudran en invierno y abónala cada seis semanas en verano con un fertilizante líquido orgánico.
La manzanilla prefiere los suelos bien drenados, de neutros a ligeramente ácidos, y a pleno sol. Las semillas de esta planta, cuya mata erecta anual o bianual adquiere una extensión de 10 a 38 cm, se cultivan en cualquier época del año para que crezcan en otoño o primavera. Prolifera por germinación espontánea y, si deseas recolectarla, debes hacerlo en verano. Es fácil confundirla con otras margaritas, por lo que, antes de recolectarla, debes comprobar que tenga su característico aroma.
La manzanilla es nativa de Europa, Oriente Próximo y la India y se utiliza para desórdenes digestivos o nerviosos y para ungüentos antiinflamatorios. Sus flores son parecidas a las margaritas y aparecen de principios de verano a otoño. Algunas variedades tienen una doble corola de flores y, en cuanto a las hojas, éstas son espigadas y pinadas y suavemente aromáticas.