Quien tiene papel de burbujas tiene un escudo para su jardín (y su casa)
Jardín sin riesgos
El plástico más explotado del mundo es también uno de los más infravalorados

De embalaje a aliado verde: así ha cambiado su papel
La verdad es que hay cosas que uno guarda sin saber muy bien el motivo. Una goma elástica, un tornillo suelto o ese trozo de plástico de burbujas que vino con el último paquete de Amazon y que, por lo que sea, no tuviste el valor de tirar
Ok, hiciste bien en no tirarlo. Porque lo que muchos consideran un simple envoltorio -o un antiestrés de usar y tirar- puede convertirse en tu mejor aliado para proteger una planta, ahorrar energía e incluso, cuidar tu vajilla.
Y no, no lo decimos nosotros: lo confirman horticultores, bricomaníacos y miles de personas que han descubierto que el plástico de burbujas tiene más vidas que un gato.

En el jardín: mucho más que decoración vegetal
Cuando llegan las olas de calor o las heladas nocturnas, las plantas de exterior lo pasan realmente mal. Pero, ¿y si te dijéramos que puedes usar el papel de burbujas para protegerlas sin gastar un solo euro?
En verano: menos sed, más vida
Coloca el papel de burbujas alrededor de las macetas o sobre la tierra, pero sin cubrir las hojas. ¿El resultado?
- Mantiene las raíces frescas
- Evita cambios térmicos bruscos
- Reduce la evaporación del agua del sustrato
En terrazas sin sombra o balcones calurosos, actúa como si de un escudo térmico se tratara. Pero nunca lo pongas directamente sobre la planta si hay sol directo, ya que el efecto lupa podría quemarla.
En invierno: abrigo ligero y eficaz
En los meses fríos, este material se transforma en una especie de manta térmica. Como lo oyes. Rodear el tallo o envolver las macetas con una capa de burbujas ayuda a:
- Proteger de las heladas
- Retener el calor del día
- Reducir el impacto del viento
Sobre todo, funciona muy bien en cultivos de balcón o huertos urbanos, donde las raíces están más expuestas a los agentes climáticos.
¿Cómo colocarlo bien?
- Alrededor del tiesto: envuelve el recipiente en cuestión con una o dos capas. Puedes sujetarlo con cuerda, cinta o pinzas.
- Nunca sobre las hojas: si el sol incide sobre él, puede provocar quemaduras.
- Sobre el sustrato: recorta un círculo de plástico y ponlo encima de la tierra, dejando espacio libre para que la planta respire.
Y lo mejor de todo, es que es reutilizable. Si lo guardas bien, te va a servir para varias temporadas.
Otros usos igual de útiles (y poco conocidos)
Lo bueno del plástico de burbujas es que no solo sirve para una cosa. Además del jardín, es capaz de ayudarte en casa de muchas otras maneras:
Aislamiento térmico para ventanas
Por ejemplo, en invierno puedes pegar papel de burbuja en los cristales (con un poco de agua o cinta adhesiva) para mejorar el aislamiento de tus ventanas.
La razón es que el aire atrapado en las burbujas, actúa como barrera contra el frio, ayudando en gastos de la calefacción.
Reducción del ruido
¿Puertas que no aíslan? ¿Paredes finas? No te preocupes, coloca papel de burbujas en el interior y verás como absorbe parte del sonido. Y es que, aunque no sea una solución mágica, sí es un apaño útil y barato.
Protección en la cocina (y el armario)
- Envuelve cualquier bolso para que no pierda su forma original
- Forra los cajones para evitar golpes con la vajilla
- Ponlo en el fondo del frigorífico para evitar que los alimentos más blandos (frutas o tomates) se estropeen

¿Manualidades? También
Si eres un manitas o tienes peques en casa, el papel de burbuja también sirve para:
- Hacer rodillos para imprimir
- Estampar texturas con pintura
- Crear moldes decorativos para chocolate, dentro del mundo de la repostería
¿Y por qué no deberías explotarlo?
Porque si lo haces, lo estropeas. Cierto es que explotar burbujas es un acto universal. Pero en cuanto revientas el aire, el material pierde sus propiedades aislantes y protectoras.
Es similar a pinchar un flotador: sigue siendo plástico, pero ya no flota. Por lo que si vas a emplearlo para algo útil, resiste la tentación de explotarlo por simple placer.
Ahora ya lo sabes, cada vez que recibas un paquete o pedido, no revientes el papel burbuja.
Mejor consérvalo. Porque aunque no lo sepas, tienes un auténtico tesoro en tu poder.