El secreto de Iñigo Segurola para eliminar los topillos sin dañar tu jardín

¿Cansado de luchar contra los topillos en tu jardín? Descubre el truco sencillo y económico que Iñigo Segurola ha utilizado con éxito para mantener a raya a estos roedores. ¡No dejes que tus plantas se conviertan en su próximo festín!
Los topillos pueden ser una verdadera pesadilla para los amantes de la jardinería. Estos pequeños roedores son capaces de arruinar el trabajo de meses al devorar las raíces y los bulbos de las plantas.
Si sueles sufrir sus ataques, el consejo que Iñigo Segurola da para evitar sus daños te será de gran ayuda. Ha sido el único remedio efectivo (sin ser agresivo) con el que ha comprobado que logra mantenerlos a raya.
¿Por qué los topillos son un problema en el jardín?
Los topillos son roedores herbívoros que crean un conjunto de galerías que pueden recorrer todo el jardín. Usan sus dientes para roer continuamente, lo que afecta las raíces de las plantas.
Es importante saber diferenciar entre topo y topillo. Los topos son animales insectívoro que hacen galerías subterráneas y, en ocasiones, toperas, alimentándose de animales que pueden ser negativos para el jardín, por lo que pueden actuar como amigos del jardín. Sin embargo, los topillos son omnívoros que hacen galerías en la superficie y se alimentan de las raíces de ciertas plantas.
Aunque sus galerías pueden airear la tierra, cuando su población crece sin control, se convierten en un problema serio para los jardineros y aficionados, haciendo que las plantas y cultivos decaigan y el jardín pierda su buen aspecto.
¿Cuándo empiezan a causar daños?
El impacto de los topillos no es el mismo a lo largo del año, ya que varía según su ciclo de vida y las condiciones climáticas.
Durante el otoño e invierno, su actividad se reduce, aunque no hibernan como otros animales. Sin embargo, con el aumento de las temperaturas en primavera, vuelven a activarse y a hacer de las suyas en el jardín. Ahora, por eso, es el momento adecuado para tratar de evitar estos daños futuros en el jardín.
El truco casero (y económico) para evitar el ataque de topillos
Si sueles sufrir esta problemática con las plantas de tu jardín, te recomendamos que pongas en práctica el siguiente consejo de Iñigo Segurola, paisajista y jardinero de renombre.
En esta ocasión, lo va a aplicar con unas plantas de Ophiopogon japonicus, cuyos bulbos resultan un manjar para los topillos, pero podrías recrearlo con otras especies sensibles a su ataque. ¡Tan solo se necesita una clásica caja de fruta de rejilla!

Para ello, realiza un hueco con la pala en el lateral del camino para hacer un hueco de plantación. Coloca la caja de frutas en el hueco de plantación y llénala con la tierra que acabas de sacar. Intenta no enterrar toda la caja, dejando un ligero margen de unos centímetros por arriba.
Planta los Ophiopogon dentro de las cajas y cubre con sustrato. Es una planta de lento desarrollo, por lo que cuanto más cerca las plantes, más zona cubrirán y, por tanto, más densa y tupida será la cobertura.
Este sistema impedirá que los roedores lleguen a las raíces y estropeen la plantación. ¡Anímate a aplicarlo en el jardín!
¿Qué plantas pueden beneficiarse de este truco?
Las plantas que pueden sufrir el ataque de los topillos suelen tener raíces, rizomas o tubérculos tiernos y nutritivos, que atraen a estos roedores.
Iñigo ha sido testigo de los daños que los topillos pueden causar a especies como Echinacea, Ophiopogon, Yucca rostrata y Batata ornamental, ya que estos roedores se sienten atraídos por sus raíces, rizomas y tubérculos, que son fáciles de roer y nutritivos para ellos.

Debido a sus características subterráneas, estas plantas son particularmente vulnerables al ataque de los topillos, lo que puede comprometer su salud y crecimiento. Todas ellas podrían beneficiarse de este truco para evitar el daño.
Sin embargo, algunas plantas con características más resistentes en sus raíces podrían beneficiarse de este truco para evitar el daño. Un ejemplo es el narciso, cuyo bulbo Iñigo nunca ha visto ser atacado por los topillos.
Aun así, aunque los topillos prefieren otros bulbos, no se puede garantizar que nunca ataquen los de narciso, ya que esto puede depender de diversas condiciones.