Miguel Ángel Revilla, una vida dedicada a los animales

Miguel Ángel Revilla, ex presidente de Cantabria, no solo es conocido por su carácter cerca y espontáneo, sino también por el profundo amor que procesa por los animales. A lo largo de muchos años, ha compartido numerosas experiencias personales que son el fiel reflejo de este vínculo especial.
Comenzamos con una de las historias más conmovedoras, la de Luci. A pesar de que esta mastina no era de su propiedad, Revilla había entablado una estrecha relación con ella. Luci tenía por costumbre recibirlo efusivamente durante sus visitas a Brañavieja, lugar donde él le llevaba carne como muestra de afecto. Pero Luci falleció víctima de un ataque de lobos mientras cuidaba del ganado, una pérdida que afectó profundamente al ex presidente cántabro. No veas lo que he llorado, se sinceraba en su página de Facebook.

Pero además de su conexión con los perros, Revilla ha mostrado una especial simpatía por otros animales. Una vez, compartió en sus redes sociales la inesperada visita de un gato, de nombre Socio. En su publicación, destacaba la singularidad del encuentro, puesto que era la primera vez que un felino lo visitaba de esa manera. Han venido muchos perros a visitarme, pero nunca ha venido un gato como Socio, se sinceraba en la red social X.

Pero esto no es todo, puesto que su compromiso con el bienestar animal también se ha visto reflejado por su apoyo a distintas iniciativas locales. En junio de 2022, visitó La Manada Cántabra, el primer refugio de animales de granja abandonados y maltratados de Cantabria. Durante su visita, Revilla elogió la labor altruista de este centro, apelando a la concienciación ciudadana en relación al cuidado de los animales y la lucha contra el maltrato.

Una de las anécdotas más curiosas en torno a su relación con los animales, es la de su encuentro con un avestruz durante una visita al Parque Natural de Cabárceno. Durante una intervención con los medios de comunicación allí presentes, Revilla sintió la presencia de algo o alguien: era un avestruz. Así relataba el ex político esta situación: Se ve que el avestruz sintió curiosidad. Me dijo después el veterinario que el avestruz estaba temblando. Generalmente meten picotazos... Me podría haber quitado medio bigote de un picotazo.

Y no podíamos olvidarnos de Luena, la perra de su hija Jana, a la que considera su compañera inseparable. Su relación es tan cercana que Revilla acostumbra a compartir momentos cotidianos con ella en sus redes sociales personales.
En definitiva, anécdotas y acciones que evidencian la importancia que tienen los animales en la vida de Miguel Ángel Revilla. Su perfil público se ve, de esta forma, complementado por su faceta sensible y comprometida con el bienestar animal.