Epilepsia en gatos: causas, síntomas y tratamiento

epilepsia en gatos ok
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La epilepsia en gatos es un trastorno relativamente frecuente, al igual que lo es también en los seres humanos y en muchas otras especies. Se trata de una enfermedad compleja que se caracteriza por provocar crisis inesperadas que pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida del animal.

Si tu gato sufre de epilepsia o muestra síntomas compatibles con esta dolencia, te recomendamos que sigas leyendo: en este artículo vamos a explicarte qué es exactamente la epilepsia, cuáles son sus causas y señales y qué puedes hacer para ayudar a un gato afectado, tanto en el día a día como, en particular, durante las crisis epilépticas.

¿Qué es la epilepsia en gatos?

La epilepsia en gatos es un trastorno de tipo neurológico provocado por un desequilibrio en la actividad eléctrica de las neuronas de una región del cerebro. Puede tener diferentes causas, como veremos enseguida, y su principal característica y síntoma es la aparición recurrente de convulsiones.

Cuando un gato sufre de epilepsia, su cerebro queda predispuesto a la aparición de estas crisis, que se producen cuando la actividad eléctrica en las neuronas afectadas es excesiva.

Las crisis convulsivas pueden afectar a los movimientos del gato, a su comportamiento e incluso a su nivel de consciencia y su percepción del entorno. Hay que tener en cuenta, de todos modos, que no todas las crisis son iguales ni tienen el mismo nivel de intensidad.

Además, aunque las convulsiones son características de la epilepsia, también hay otras enfermedades y problemas que pueden provocarlas, como la toxoplasmosis, la leucemia felina o la criptococosis, entre otras. Así pues, la única forma de confirmar una posible epilepsia será acudiendo al veterinario.

La epilepsia en los gatos es algo menos común que la epilepsia en perros. Mientras que en estos suele ser un trastorno hereditario, los felinos a menudo la sufren como consecuencia de toxinas, infecciones y agresiones o agentes externos en general. Sin embargo, ciertas razas de gatos puras parecen tener mayor predisposición a sufrir de epilepsia.

epilepsia en gatos 1
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Tipos de epilepsia en gatos y sus causas

Se distinguen dos tipos de epilepsia en gatos, que se diferencian entre sí por el origen de la enfermedad. Son los siguientes:

  • Epilepsia primaria o idiopática: se refiere a la epilepsia que no ha sido provocada por ninguna otra dolencia conocida. Es decir, existe actividad eléctrica anormal en el cerebro, pero no se ha determinado la causa.
  • Epilepsia secundaria o adquirida: este tipo de epilepsia en gatos se debe a daños en el tejido nervioso producidos por una infección bacteriana vírica o algún otro trastorno.

La epilepsia primaria es frecuente en los perros, pero no tanto en los gatos, en los que es mucho más habitual ver la forma secundaria de la enfermedad. Esta epilepsia adquirida, en cualquier caso, puede tener múltiples causas -algunas de las cuales ya hemos mencionado-, como:

  • Infecciones y parasitosis que afecten al cerebro.
  • Traumatismo.
  • Tumor cerebral.
  • Enfermedades cerebrales como la hidrocefalia.
  • Intoxicación.
  • Envenenamiento.
  • Diabetes.

Ya sea por una causa u otra, un gato puede empezar a sufrir crisis epilépticas a cualquier edad. Ante la duda, siempre es recomendable acudir al veterinario si se ve que un gato sufre convulsiones, sin esperar a posibles crisis posteriores.

epilepsia en gatos 2
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Síntomas de la epilepsia en los gatos

El síntoma clave de la epilepsia son, como ya decimos, las crisis de convulsiones. En el siguiente apartado hablaremos con detalle sobre las fases de una crisis y cómo se debe actuar, pero, antes de nada, es importante saber reconocer las señales.

Aunque cada crisis convulsiva puede ser diferente, las más habituales durante su punto álgido, llamado ictus (y a veces también en las demás fases), son estas:

  • Pérdida de equilibrio.
  • Rigidez muscular.
  • Movimientos espasmódicos.
  • Problemas para caminar, comer y beber.
  • Hiperactividad y nerviosismo.
  • Jadeo.
  • Evacuación involuntaria de orina y heces.
  • Salivación excesiva.
  • Cambios bruscos de comportamiento.
  • Pérdida de conocimiento.

Durante una crisis epiléptica un gato tendrá todo tipo de sensaciones inusuales y, en general, actuará de forma extraña y errática. La duración de una crisis puede ir desde unos pocos segundos hasta varios minutos.

epilepsia en gatos 3
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Ataques de epilepsia en gatos: ¿cómo debes actuar?

Dado que las crisis de convulsiones son el síntoma y problema central de la epilepsia en gatos, es importante conocer con detalle cómo son, cómo se desarrollan y lo que puedes hacer (y lo que no deberías hacer) para ayudar a tu mejor amigo en esos momentos. Veámoslo a continuación:

Fases de una crisis epiléptica

En las crisis convulsivas en gatos siempre se distinguen cuatro fases claramente diferenciadas:

  • Pródromo: se produce durante varias horas o incluso días antes del ataque en sí. Sus principales síntomas son nerviosismo y agitación.
  • Aura: justo antes del ataque, el gato comenzará a tener sensaciones extrañas y habrá cambios en su comportamiento. Algunos felinos se sienten especialmente cariñosos, mientras que otros pueden querer esconderse o incluso mostrar cierta agresividad. También son habituales gestos como relamerse los labios continuamente o movimientos peculiares con la cabeza.
  • Ictus : es el ataque epiléptico en sí, que puede llegar a incluir todos los síntomas que hemos detallado en el apartado anterior.
  • Fase postictal: después del ataque epiléptico la actividad en el cerebro del gato vuelve a la normalidad de forma paulatina. El animal estará agotado y en un estado de aletargamiento durante varias horas o días. Es probable incluso que se niegue a comer.

Como hemos mencionado, un ataque epiléptico suele durar de varios segundos a unos pocos minutos. Si un ataque se prolonga más allá de los 5 - 10 minutos puede considerarse que es muy grave y, aunque la epilepsia ya esté diagnosticada, deberás llevar al gato a un veterinario de urgencia. Lo mismo se aplica si los ataques epilépticos llegan en racimo, esto es, uno detrás de otro.

epilepsia en gatos 4
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Lo que debes hacer durante una crisis epiléptica de tu gato

Para ayudar a un gato que está sufriendo una crisis epiléptica, te recomendamos lo siguiente:

  • Lo más importante es, por supuesto, mantener la calma , por chocante y desagradable que resulte ver a tu felino en ese estado. Solo así podrás pensar y actuar de forma eficaz y no contribuirás a aumentar aun más la ansiedad de tu peludo.
  • Si tu gato ya ha sido diagnosticado y el veterinario te ha recetado medicación para las crisis, este es el momento de administrársela. Sigue de forma rigurosa las instrucciones que te hayan dado.
  • Coloca al animal sobre una superficie blanda y cómoda y aleja tanto como sea posible los objetos peligrosos con los que podría golpearse, como mesas o sillas. Si está en un sofá o una cama, ten cuidado y vigila sus movimientos, ya que podría caerse al suelo.

Lo que NO debes hacer durante una crisis epiléptica de tu gato

Tan importante como saber lo que se debe hacer durante una crisis es tener claro lo que no:

  • No sujetes la cabeza del gato, ya que podría fracturarse el cuello debido a las convulsiones.
  • No le ofrezcas ni comida ni agua, ni durante la propia crisis ni en las horas posteriores. Quizás no pueda tragar bien, por lo que el riesgo de asfixia sería elevado.
  • No le tapes con una manta, ya que eso también lo pondría en riesgo de asfixiarse.
  • Evita manipular al gato más de lo imprescindible: en esa situación, ser tocado y movido continuamente solo contribuiría a estresarlo.
epilepsia en gatos 5
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Tratamiento y remedios para la epilepsia felina

Un episodio convulsivo aislado no se considera concluyente, por lo que el diagnóstico de la epilepsia en gatos no llegará hasta que se hayan producido dos o más crisis.

Hay varias pruebas que el veterinario podría necesitar realizar hasta confirmar o descartar la epilepsia. Por ejemplo, un análisis de sangre serviría para detectar infecciones bacterianas, virales o parasitarias, y una resonancia magnética o una radiografía podrían ser recomendables para buscar tumores o malformaciones. Todo depende del historial y características de tu gato y del criterio del profesional.

La epilepsia en gatos no tiene cura. Aun así, en el caso de las epilepsias primarias, una medicación de por vida puede ayudar a mantener controladas las crisis epilépticas, reduciendo su duración y frecuencia, en algunos casos casi por completo. Un gato con epilepsia privada que se mantenga medicado puede gozar de una calidad de vida prácticamente normal durante años.

En las epilepsias secundarias, en cambio, el tratamiento y el pronóstico dependerán enteramente de cuál sea la causa subyacente. Una infección podría ser tratable, pero un tumor cerebral, por ejemplo, podría plantear una situación más complicada.

Por desgracia, tampoco hay ninguna forma de prevenir la aparición de la epilepsia, ni existen remedios caseros. Lo más importante que puedes hacer para ayudar a tu es proporcionarle a tu gato un ambiente lo más tranquilo y sereno posible, ya que la ansiedad puede favorecer la aparición de nuevas crisis.

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