¿Pueden ser los monos alcohólicos?

Un estudio científico respalda que sí podrían existir los monos borrachos, siempre y cuando se les ofrezca la oportunidad. Además, los seres humanos y sus parientes primates siempre se han sentido atraídos por el olor del alcohol dado que, en nuestra historia evolutiva, éste indicaba la presencia de fruta llena de energía y fermentada. Esta podría ser una de las razones por las que muchas personas y primates se pueden volver adictos al alcohol.

El alcohol en los chimpancés

En un estudio de Royal Society Open Sciene, observaron cómo actuaban los chimpancés salvajes de la ciudad de Bossou en Guinea, África occidental, durante más de 17 años. Durante esta investigación, comprobaron que los primates bebían savia de palma fermentada usando una herramienta frondosa como esponja, y a menudo lo hacían desde el desayuno hasta el anochecer.

Además, confirmaron que estos simios consumían en grandes cantidades, a pesar de tener una presencia del alcohol de hasta 6.9% ABV. Es decir, como si tomaran una cerveza fuerte. Por tanto, aunque algunos chimpancés salvajes son abstemios, otros son bebedores frecuentes, siempre y cuando se les de la oportunidad, y pueden llegar a consumir hasta 1 litro y medio de cerveza al día.

La Hipótesis del Mono Borracho

En esta hipótesis, el fisiólogo Robert Dudley se preguntó si los animales que comieron frutas obtuvieron una ventaja evolutiva al aprender a asociar el olor y el sabor del alcohol con la fruta madura. Y según su estudio, los hongos microscópicos, llamados levaduras, convierten el azúcar natural de la fruta en una sustancia química conocida como etanol, o como muchos conocemos, el alcohol.

Por ello, los animales reconocían este aroma como una señal para encontrar fruta madura. No obstante, aunque esta teoría respalda el alcohol como una adaptación al mundo natural, como ya sabéis, un uso abundante del mismo puede ser daniño, producir un importante problema de salud o incluso, provocar la muerte con altas dosis.

Sin embargo, no todo es negativo. El etanol ofrece beneficios, como ayudar a preservar la fruta del deterioro bacteriano y estimular el apetito de lo que se consuma. Además, al igual que las personas, la mayoría podemos consumir bajos niveles de etanol en alimentos e incluso, beber alcohol sin emborracharnos.

Por ejemplo, los monos Vervet que viven libres en la isla caribeña de Saint Kitts han desarrollado un gusto por el alcohol y suelen robar cócteles a los turistas. No obstante, aunque beben lo suficiente como para cambiar su comportamiento, no lo hacen lo suficiente como para emborracharse. Además, unos estudios demostraron que si se les ofrece la opción de elegir entre un vaso de agua azucarada sin alcohol y otro con alcohol, ellos siempre se decantarán por el último.