Ardilla o perrito de la pradera. El veterinario Jacinto Legarda nos habla de la Ardilla de Tierra Richardson, roedores de tierra también conocidos como perrito de las praderas.
Decogarden, 14 de agosto de 2015
Roedores
Ardilla o perrito de la pradera. El veterinario Jacinto Legarda nos habla de la Ardilla de Tierra Richardson, roedores de tierra también conocidos como perrito de las praderas.
Decogarden, 14 de agosto de 2015
Las ardillas de Richarson son roedores de tamaño mediano, también llamados perritos de la pradera, y en su hábitat natural es el este de los grandes lagos, concretamente en las grandes praderas que van desde Minesota hasta Montana y en la parte canadiense desde Manitoba hasta Alberta. En estas praderas en las que habitan apenas hay árboles es por ello que son ardillas de tierra y viven mayoritariamente bajo tierra. Cavan túneles de varios metros de profundidad donde las condiciones climáticas son más estables y favorables que en la superficie, ya que en son zonas de temperaturas extremas, pudiendo hacer un verano excesivamente caluroso y un invierno helador.
En invierno hibernan, de forma que tienen tendencia a acumular grasa en los meses favorables del año y en invierno bajan su temperatura corporal con un mínimo consumo de energía de forma que a los seis meses,cuando empieza la primavera, se encuentran más delgadas y estilizadas.Las ardillas en cautividad no hibernan, por eso necesitan hacer ejercicio y tienen que tener una jaula muy amplia de varios pisos para que pueda subir y bajar. Tampoco puede faltar una rueda.
Hay que tener cuidado con la alimentación porque tienen tendencia a la obesidad. Esta será rica en verduras y fruta, pero también con heno evitando las semillas y granos ya que son lo que más poder calorífico tiene y eso es lo que les va a engordar. Como premio se les puede dar unos dados de alfalfa.
Cuando se sienten intimidadas y están en alerta emiten un pitido característico. Hay que tratarlas con mucho cuidado, se estresan con facilidad y tenemos que evitar manipularlas de forma brusca por niños o en presencia de otros perros y gatos hasta que se acostumbre a nosotros, ya que su tendencia natural es a ser animales esquivos. Bien cuidados puede vivir 5-6 años.