Con el tiempo y el uso, las brocas empiezan a perder el filo poco a poco. Poner a punto el material del taladro puede ser una operación sencilla y muy útil.
La dificultad del afilado de las brocas viene marcada por las distintas angulaciones del filo sobre los diferentes materiales que se utilizan.
Cada tipo de broca se afila de una forma distinta, ya que tienen diferentes angulaciones del filo.
Os vamos a enseñar a afilar tres brocas diferentes: Una broca para madera, una broca de pala y una broca para metal.
Utilizaremos un esmeril que tiene una piedra de grano fino para afilar los tres tipos de broca.
Herramientas
- Broca para madera
- Broca para metal
- Broca de pala
- Taladro con una piedra de grano fino
Materiales
- Calibre
- Tabla de madera
- Objeto metal
Afilar diferentes tipos de brocas con un esmeril
Afilar broca para madera
Paso 1
Antes de comenzar a afilar la broca para madera, debemos comprobar que no está afilada.
Lo comprobamos taladrando en una tabla de madera. En nuestro caso, vemos que no está afilada.
Paso 2
Examinamos el ángulo que tenemos que respetar de la broca y nos ponemos unas gafas de protección antes de comenzar a afilarla.
Paso 3
Encendemos el esmeril y acercamos la broca a la piedra de grano fino por un lado dando pequeños golpes y moviendo la broca de abajo hacia arriba. El movimiento tiene que ser plano y siguiendo la curva.
Paso 4
Continuamos afilando la broca para madera manteniendo la angulación e intercambiando los lados para que consigan una forma simétrica. Acabamos el proceso afilando su punta con cuidado.
Paso 5
Una vez que acabamos de afilar la broca, examinamos que trabaje correctamente. Lo podemos comprobar en la viruta, que en el caso de que este afilada correctamente, será más gruesa.
En nuestro caso, la broca ya está afilada. Si tras probarla no está afilada, repetís el proceso hasta conseguir el resultado deseado.
Afilar broca de pala
Paso 1
Antes de comenzar a afilar la broca de pala, hemos comprobado con un taladro y una tabla de madera que la broca no está afilada.
La punta de la broca no entra bien y no realiza su trabajo correctamente.
Paso 2
Observamos los ángulos de corte que tiene la broca antes de comenzar a afilarla para mantener la misma angulación.
Paso 3
Afilamos la broca acercándola a la piedra de grano fina y dando pequeños golpecitos manteniendo el ángulo para recuperar la inclinación.
Paso 4
Intercambiamos los lados con cuidado mientras afilamos para que queden simétricos y una vez que estén, terminamos de afilar la broca con su punta.
Paso 5
Comprobamos que la broca de pala ya está afilada. En el caso de que veamos que no trabaja bien repetimos el proceso.
Debemos tener en cuenta que cuando más blando sea el material que taladramos necesitaremos más velocidad en el taladro y cuanto más duro el material menor velocidad.
Paso 1
Probamos la broca en un trozo de metal con un taladro, en nuestro caso no funciona y la broca para metal está haciendo un agujero por desgaste en la superficie.
Utilizar una broca sin filo puede estropearla haciendo que se pierda su resistencia.
Paso 2
Observamos el ángulo hélice de la broca antes de afilarla.
Paso 3
Cogemos la broca con las dos manos y la acercamos a la piedra de grano fino del esmeril dándole pequeños golpes de abajo hacia arriba y girándola un poco.
Paso 4
Comprobamos que la broca funcione bien con el taladro en un trozo de metal. Si no funciona bien como es nuestro caso, repetiremos el proceso.
Paso 5
Tras afilar la broca para metal, comprobamos si hemos afilado la broca de manera simétrica en los dos lados. Para comprobarlo mediremos con un calibre el agujero realizado con la broca.
Afilar las brocas con un accesorio acoplable al taladro
Si queréis afilar las brocas de una manera más sencilla. Existe un accesorio acoplable al taladro que realiza con facilidad un afilado fino. El dispositivo afilador se coloca en la boca de la broca.
En el otro extremo apreciamos varios orificios con los diámetros correspondientes a las distintas brocas. Bastará introducir las brocas en el orificio más pequeño de los que queda y accionar el taladro a unas 2.000 o 3.000 revoluciones por minuto.
En el interior del orificio hallaremos dos topes en un corto recorrido de giro. Con los dedos daremos vueltas a la broca de izquierda a derecha unas diez veces sin presionar en exceso y sin pausa.
Con este sencillo aparato dispondremos de material siempre a punto y en las mejores condiciones.