Cambiar cristal de ventana

Un 30% del calor de nuestras casas se escapa directamente por las ventanas. Solamente sustituyendo los cristales simples por unos dobles, conseguiremos que esa pérdida energética se reduzca a la mitad.

Es un trabajo muy sencillo que os mostraremos, paso a paso, a continuación.

Paso a paso para cambiar el cristal de una ventana

Paso 1
En primer lugar, soltamos las ventanas y retiramos los junquillos que sujetan el cristal. Para realizar esta tarea nos ayudaremos de una espátula y un destornillador. Si alguna punta se nos ha quedado clavada en el marco, la sacaremos fácilmente con unas tenazas.

Paso 2
Una vez que hayamos retirado el cristal simple, tomamos bien las medidas para poder comprar el cristal doble adecuado. En las tiendas de bricolaje nos asesorarán perfectamente sobre los diferentes grosores de cristales, ayudándonos a escoger el modelo más apropiado para nuestras ventanas.

Paso 3
Colocamos el cristal doble en su posición y ponemos unos calzos, para centrar bien la pieza.

Paso 4
Como el cristal que hemos instalado es más grueso que el que teníamos anteriormente, los antiguos junquillos sobresalen considerablemente del marco. Así que prepararemos unos más estrecho, cortando los extremos de las piezas en ángulo de 45º.

Paso 5
Lijamos suavemente las zonas de corte, nos ponemos unos guantes de látex y como el marco de nuestras ventanas es blanco, pintamos los nuevos junquillos del mismo color.

Paso 6
Cuando el producto se haya secado, fijamos los listones al marco con unas puntas de cabeza perdida, intentando dejarlas de la forma más discreta posible.

Paso 7
Para que las juntas estén totalmente selladas, aplicamos un cordón de silicona transparente, especial para vidrio, empleando la pistola.

Paso 8
A continuación, pasamos el dedo humedecido en agua jabonosa para retirar el producto sobrante y dejar la superficie totalmente lisa.

Paso 9
Ya podemos colocar la ventana en su hueco. A partir de ahora, gracias al doble cristal reduciremos hasta un 14% el gasto en calefacción. Además, oiremos mucho menos ruido desde el interior de nuestra vivienda.