En Bricomanía os mostramos cómo colocar una balda sobre el radiador. Así lograremos aprovechar ese espacio que tenemos sobre le radiador para dejar ciertos objetos.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Bricomanía, 2 de mayo de 2017
Tareas anteriores
En Bricomanía os mostramos cómo colocar una balda sobre el radiador. Así lograremos aprovechar ese espacio que tenemos sobre le radiador para dejar ciertos objetos.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Bricomanía, 2 de mayo de 2017
En este briconsejo de Bricomanía, os proponemos una idea muy interesante para aprovechar el espacio que tenemos sobre los radiadores, sin impedir que circule el aire caliente.
Paso 1
Vamos a instalar una balda estándar, que hemos adquirido en nuestra tienda habitual de bricolaje, empleando unos soportes especiales para este tipo de tarea.
Paso 2
Existen estantes en diferentes tamaños, de manera que tendremos que escoger el que mejor se adapte a nuestro radiador.
Paso 3
Lo primero que tendremos que hacer es aflojar las palomillas de los soportes y encajarlos en el radiador, teniendo en cuenta que debemos librar los nervios que hay en el interior de la estructura.
Paso 4
Apretamos de nuevo las palomillas y medimos la distancia que hay entre un soporte y otro. A continuación, trasladamos la medida a la pieza de DM.
Paso 5
Soltamos los soportes del radiador, los presentamos en la balda y marcamos los puntos de fijación.
Paso 6
Con el taladro provisto de una broca fina para madera, hacemos los agujeros guía.
Paso 7
Después sujetamos las piezas metálicas con sus correspondientes tirafondos.
Paso 8
Ya podemos colocar el conjunto sobre el radiador y amarrarlo adecuadamente mediante las palomillas. Este tipo de baldas, al estar apoyados en el radiador, son adecuadas para dejar elementos de poco peso.
Paso 9
Si estéticamente queremos mejorar el resultado, podemos cortar el sobrante de los tornillos con la sierra de calar y una hoja especial para metal.
Paso 10
De esta forma tan sencilla, hemos rentabilizado el espacio que hay sobre un radiador, consiguiendo un práctico lugar donde poder dejar las llaves, cartas y pequeños objetos, nada más entrar en casa.