Cómo limpiar piedra de exterior

La exposición constante a la intemperie, el polvo, la contaminación y el musgo puede opacar la belleza de la piedra, dándole un tono negruzco.

Pero no te preocupes, puedes devolverle su aspecto original con una limpieza adecuada. A continuación, te mostramos cómo limpiar superficies de piedra natural exteriores y cómo protegerlas de futuros daños.

La piedra natural es un material duradero y resistente, muy utilizado en muebles de exterior, suelos y adornos. Sin embargo, con el paso del tiempo, puede acumular suciedad, musgo o incluso manchas de humedad.

Si quieres recuperar su aspecto limpio y brillante, es fundamental limpiar la piedra. además, un buen mantenimiento puede prevenir el desgaste y la formación de grietas A continuación, vemos el paso a paso detallado.

Herramientas

• Limpiadora de alta presión.
• Tubo de chorro ancho.
• Tubo de chorro fino.

Materiales

• Productos anti-mohos y anti-verdín.
• Guantes de protección.
• Cubeta.
• Brocha.

Paso a paso sobre cómo limpiar piedra de exterior

Paso 1 - Preparar el área de trabajo

Antes de comenzar a limpiar, retira cualquier objeto que esté sobre la superficie de piedra. Si estás limpiando una mesa o banco de piedra, asegúrate de que no haya objetos pequeños en las ranuras o grietas.

Además, si la piedra está en contacto con el césped, coloca una tabla entre el mueble y el césped para evitar dañar el suelo con el agua a presión.

Paso 2 - Limpiar la superficie con limpiadora a presión

Utiliza una limpiadora de alta presión para comenzar a limpiar la piedra. Es importante ajustar la presión de manera que no dañe la superficie, pero lo suficientemente alta para eliminar la suciedad.

• Usa un chorro ancho para la primera limpieza: Empezaremos el trabajo por la superficie lisa y utilizaremos un tubo de chorro ancho. Vamos a proyectar el agua en ángulo y a una distancia de unos 20 centímetros. De esta manera, lograremos eliminar la suciedad incrustada tanto en la mesa como en los asientos de los muebles de piedra.
• Ajusta el chorro a uno más fino para suciedad incrustada: Si encuentras manchas o suciedad más persistente, cambia el chorro a uno más fino y concentrado para eliminar la suciedad más incrustada.

Paso 3 - Aplicar un tratamiento protector

Una vez que la superficie esté limpia y seca, es recomendable aplicar un producto que evite la reaparición de moho o verdín. De esta manera, lograremos que la superficie tratada recobre su aspecto natural y que esté protegida.

En nuestro caso, vamos a utilizar una resina resistente al agua que crea una capa transparente y protectora sobre la piedra.

Estos productos permiten que la piedra respire. Este impermeabilizante flexible y 100 % resistente al agua soporta las salpicaduras, la intemperie, los rayos UV, los cambios de temperatura y la acumulación de suciedad.

Para aplicarlo basta con utilizar una cubeta y una brocha.

El producto que elijas debe ser especifico para piedra natural. Además, debes respetar las capas y los tiempos de secado recomendados por el fabricante.

Otras formas de limpiar piedra de exterior

Agua y jabón con pH neutro

Una de las formas más sencillas de limpiar piedra, si no cuentas con una hidrolimpiadora, es usar agua templada y jabón con pH neutro.

Con una esponja suave, frota la superficie de la piedra con la mezcla. Después, sécala bien para evitar marcas.

Limpiador específico para piedra

Si la suciedad está incrustada, puedes utilizar un limpiador específico que la elimine sin dañar la piedra. Deja actuar el producto durante unos minutos y luego frota con una esponja.

Es importante asegurarte de que el detergente sea adecuado para el tipo de piedra natural que vas a limpiar, ya que algunos productos pueden dañar su superficie. No olvides enjuagar bien con agua limpia después de la limpieza.

Trucos y consejos adicionales para limpiar piedra natural exterior

Evita el uso de productos abrasivos o ácidos

Uno de los errores más comunes al limpiar piedra natural es recurrir a productos de limpieza agresivos o demasiado ácidos. Sustancias como el vinagre, la lejía, el amoníaco o los limpiadores a base de ácido pueden erosionar la superficie, alterar su color y dañar el acabado de la piedra.

En lugar de estos productos, es recomendable optar por limpiadores neutros o aquellos específicamente formulados para piedra natural, los cuales respetan su composición y garantizan una limpieza segura.

No utilices cepillos de cerdas duras ni esponjas abrasivas

Otro aspecto clave a tener en cuenta es el tipo de herramienta que se utiliza para frotar o cepillar la piedra. Las cerdas duras, los cepillos metálicos o los estropajos abrasivos pueden rayar la superficie. Lo ideal es emplear paños y esponjas suaves o cepillos de cerdas blandas para eliminar la suciedad sin causar daños.

Realiza una prueba en una zona poco visible

Antes de aplicar cualquier producto sobre toda la superficie, es recomendable probarlo en una zona poco visible. Así podrás asegurarte de que el resultado es el esperado y evitar posibles daños o alteraciones en la piedra.

Repite la limpieza al menos una vez al año

Realiza una limpieza profunda como mínimo una vez al año para evitar la acumulación de suciedad y el deterioro de la superficie, especialmente si está expuesta a la intemperie.

Protege la piedra después de la limpieza

Una vez limpia y seca, aplica un protector sellador específico para piedra natural. Este producto ayudará a prevenir la absorción de manchas, la aparición de musgo o moho y facilitará el mantenimiento a largo plazo.