Ni huevos fritos ni pincho de tortilla: este es el almuerzo que Karlos Arguiñano hace los sábados con sus amigos

Karlos Arguiñano no perdona el momento del hamaiketako con amigos
Karlos Arguiñano no perdona el momento del hamaiketako con amigos | Hogarmania

Si algo no perdona Karlos Arguiñano (casi) todos los sábados es el almuerzo o como se dice en el País Vasco, el hamaiketako. Y no hace un tentempié ligero, no, ¡lo hace a lo grande! Y rodeado de amigos, como no podía ser de otra manera.

Descubre cuál es el almuerzo de Arguiñano que no perdona los fines de semana. '¡Es un momentazo! ¡Qué gozada!'.

Ni huevos fritos ni pincho de tortilla: este es el almuerzo que Karlos Arguiñano hace los sábados con sus amigos

Que a Karlos Arguiñano le gusta casi más comer que cocinar lo tenemos claro, así que no es de extrañar que prácticamente todos los sábados del año disfrute de un almuerzo de aúpa con sus amigos.

Porque sabiendo cómo nos las gastamos en Euskadi, el almuerzo, o hamaiketako, como le llamamos aquí, no iba a ser ligero.

'Es raro, es muy raro que pase un fin de semana sin que coma manitas de cerdo. Con amigos míos. Hamaiketako en euskera es lo de las 11. Pues eso, de 10:30 a 11:00 no perdonamos. Lo del hamaiketako es un momentazo', cuenta Arguiñano.

Y lo hacen en Aia, en el centro del pueblo donde se graba Cocina Abierta, en un bar en la plaza, al lado de la iglesia. 'Cuatro, cinco o seis incluso solemos ir los sábados a Aia. Tiene una iglesia grande, una plaza preciosa y gente encantadora. Es una maravilla de pueblo de montaña'.

En el bar en el que Arguiñano y sus amigos van 'el 70% de los sábados del año' dan unos hamaiketakos de campeones: manitas de cerdo rebozadas, oreja, albóndigas, rabo, tortilla, huevos con panceta... 'Los sábados estamos allí con un txakoli y nos ponemos morenos', cuenta divertido.

También venden pan, periódicos, miel, rosquillas y ¡hasta pelotas para jugar a la pelota vasca! 'Tienen de todo'.

Karlos Arguiñano se junta con el famoso ex futbolista y entrenador Javier Clemente, 'con José Luis Mendia, Iñaki 'cocinas' y Julio (con quien también visita este bar de San Sebastián para comer morritos de ternera).

'Muchas veces los cinco comemos manitas y otras veces, oreja. Y yo, algunas veces, cambio por rabo, albóndigas... ¡Qué momentazo!', rememora Arguiñano mientras se le hace la boca agua pensando en el hamaiketako.

El cocinero define de una manera sencilla esos momentos: 'gente ya de cierta edad disfrutando de la mañana' y lanza un consejo que hay que seguir a pies juntillas.

'Hay que disfrutar de cada momento, ¡no os olvidéis! Cuando te haces sabio, que ya sabéis que yo soy sabio desde hace tiempo, sabes lo que quieres a cada hora. Y de 10 a 11, el hamaiketako, eso no perdono yo'.

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