El truco de Joseba Arguiñano para conservar la carne fresca por más tiempo

La correcta conservación de la carne es esencial tanto para garantizar su frescura como para evitar la proliferación de bacterias y patógenos que puedan causar intoxicaciones alimentarias.
Así que apunta este sencillo truco de Joseba Arguiñano para conservar la carne fresca en la nevera por más tiempo.
La carne cruda puede perder su frescura rápidamente si no se almacena correctamente. A medida que se descompone, la carne pierde color, textura y sabor. Mantener la carne en condiciones adecuadas no solo asegura su sabor y textura, sino también la seguridad alimentaria.
La carne es un medio propenso al crecimiento de microorganismos como Salmonella, E. coli, Listeria y Campylobacter, que son responsables de enfermedades alimentarias graves. Si la carne no se conserva correctamente, estos patógenos pueden multiplicarse rápidamente, especialmente a temperaturas inadecuadas. Por eso es fundamental mantener la carne refrigerada y cocinarla a temperaturas adecuadas para evitar riesgos.
Así que, si quieres conservar la carne en condiciones, pero tiene que ser en la nevera sí o sí, apunta este truco de Joseba Arguiñano para conservar la carne hasta 5 días.
'Si tenemos carne fresca, en este caso costillas, y el congelador está lleno, metemos en un tupper la carne con tres dientes de ajo fileteados. Nos va a aguantar esto perfectamente durante 5 días. ¡Truquito! Tapita ¡y a la nevera!', explica Joseba.
Un conservante natural para muchos alimentos
El ajo se utiliza como conservante debido a sus propiedades antimicrobianas, antioxidantes y antifúngicas, lo que lo convierte en una excelente opción para extender la vida útil de los alimentos y prevenir la descomposición.
El ajo contiene compuestos activos como la alina y la alicina, los cuales tienen efectos antibacterianos, antifúngicos y antivirales. Estos compuestos inhiben el crecimiento de bacterias, hongos y otros microorganismos que pueden causar la descomposición de los alimentos.
El ajo es también un potente antioxidante debido a su contenido de compuestos como el selenio y la vitamina C. Estos antioxidantes ayudan a prevenir la oxidación de los alimentos, especialmente en grasas y aceites, lo que podría generar rancidez.
Por eso es comúnmente utilizado en la conservación de aceites, como el aceite de oliva, porque añadirlo no solo da sabor, sino que también ayuda a evitar la contaminación bacteriana y la alteración del aceite. Además de su acción sobre las bacterias, el ajo también es eficaz contra ciertos tipos de hongos.
Esto lo convierte en un excelente aliado en la conservación de alimentos susceptibles a hongos, como pan y otros productos horneados.En conservas caseras, especialmente en encurtidos (como en vinagretas o vegetales en vinagre), el ajo es un ingrediente común porque no solo da sabor, sino que también ayuda a prolongar la vida útil de los alimentos al actuar como conservante natural.
La importancia de conservar la carne a una temperatura adecuada
Para evitar que las bacterias proliferen, es importante mantener la carne a temperaturas seguras. La zona de peligro de temperatura en la que las bacterias crecen más rápidamente es entre 5°C y 60°C.
Por eso, siempre se recomienda almacenar la carne en el refrigerador a menos de 4°C o, si no se va a consumir a corto plazo, congelarla a -18°C o menos. Mantener la carne a estas temperaturas asegura que las bacterias no se multipliquen de manera peligrosa.
Todas las carnes se pueden congelar, aunque, cuando se trata de carnes rojas, como la ternera, se aconseja que antes de congelar se deje reposar en el frigorífico dos o tres días para que resulte más tierna. El tiempo de conservación varía de una carne a otra: la carne de vacuno se conserva de 10-12 meses, el pollo 8-10 meses y el cerdo y cordero 6-8 meses.
Cuando quieras cocinarlas, descongela la carne en frío. Sácala 24 horas antes del congelador y déjala en el frigorífico para que se descongele progresivamente. No vuelvas a congelar el alimento una vez descongelado ya que, al romperse la cadena de frío, existe el riesgo de importantes pérdidas de minerales, vitaminas y de su textura original.