Limpiar sardinas

Para limpiar las sardinas, en primer lugar, se les debe quitar la cabeza y las vísceras.

A continuación, se debe hacer presión con los dedos en la espina central, de modo que se abra la sardina a lo largo, como si fuera un libro.

Después, sujeta la espina central (por la parte de la cabeza) y tira hasta que salga completamente.

Por último, corta las barbas de los lomos con unas tijeras para pescado.

De este modo, se limpian las sardinas fácilmente y se dejan los filetes listos para cocinar.