Ibai Llanos alucina en Disfrutar: su épica experiencia en el mejor restaurante del mundo

Es de sobra conocido que al streamer bilbaino Ibai Llanos le encanta disfrutar de la buena comida. Ha contado en diferentes ocasiones sus experiencias en restaurantes con estrella Michelin, pero lo que vivió en el restaurante Disfrutar, elegido como el mejor restaurante del mundo en 2024 por The World's 50 Best ha superado todas sus expectativas. Esta es la épica experiencia que vivió en la mesa más exclusiva del restaurante barcelonés.
Ibai no escatima en elogios para definir su experiencia en Disfrutar, de hecho, viendo el vídeo pierdes la cuenta de las veces que puede repetir la palabra impresionante después de los platos.
Hay que decir que la comida de la que disfruta junto con sus compañeros y amigos no es una experiencia al uso. La elegida por Ibai es la experiencia Mesa Viva, que el restaurante barcelonés ofrece a diferentes precios según el número de personas que se sienten en la mesa.
Si acuden de 5 a 6 personas, el precio por cubierto es de 395 euros, mientras que si tan solo va una pareja, el menú asciende a 545 euros por persona. Si una persona quiere vivir esta experiencia sola, tendrá que abonar 1.055 euros. Todos estos precios no incluyen bebidas. Disfrutar ofrece un maridaje de vinos y bebidas por 165 euros.

La visita de Ibai (que fue un tiempo antes de que Disfrutar fuera elegido como el mejor restaurante del mundo) comienza con un recorrido por el restaurante en el que le explican el funcionamiento diario del restaurante, en el que trabajan unas 60 personas. La experiencia comienza sobre las 19:20 y acabará casi cinco horas más tarde, para sorpresa de Ibai. Aunque actualmente hay un año de lista de espera para conseguir una reserva en el restaurante, Ibai asegura que solo ha esperado un mes gracias a una cancelación.
Para mantener la sorpresa en cada plato, la minuta que les entregan es tan solo un compendio de palabras de las emociones que quieren transmitir Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas con sus platos. El menú es como la canción de Rosalía, dice Ibai.
El menú que va a comer Ibai es un menú especial con los platos más icónicos de los 10 años de Disfrutar, junto con algunas de las nuevas creaciones. Pero antes de empezar, ¿con qué bebida quieren acompañar el menú? Con agua, responde Ibai para tristeza del sumiller, que guarda con resignación la extensa carta de vinos. Al menos, consigue ofrecerles una copa de cava, aunque por lo que parece, Ibai sigue prefiriendo el agua. No tomo vino ni café, aún no soy una persona mayor.
Los sabores de los primeros aperitivos no acaban de convencer al streamer, aunque cuando llega el famoso polvorón de tomate de Disfrutar sale de su boca el primer ¡esto está espectacular! Pero cuando de verdad Ibai alucina es con el ya icónico pan chino con caviar. ¡Buah! ¡Impresionante! ¡Para pedirse 15!

Lo bonito es cuando te tocan la fibra, dice Eduard Xatruch antes de comenzar el menú, y eso es precisamente lo que consiguen con su versión de la gilda, uno de los pintxos favoritos de Ibai. ¡No me jodas que hay una gilda! Esto es muy top.
La presencia de muchos productos de mar en el menú le encanta a Ibai, porque disfruta mucho con las ostras, el pulpo, pero cree que si no te gusta el sabor a mar, estás jodido. Él sigue gozando con una cuchara con jugo de pollo y gambas. ¡Buah! Es como meter la cabeza en esta cabeza, dice señalando la cabeza de la gamba roja que acaba de saborear.
Ibai ayuda con su experiencia a desterrar esa falsa creencia que gira en torno a la alta cocina de que te quedas con hambre. A mitad del menú, ya deja caer que va estando lleno, después del plato de carne asegura estar completamente roto y antes de los postres ya no puede más. Estoy a punto de reventar, ¡son 30 platos!
Llegan los postres y con ellos, bajan la luz y cambian la música de ambiente. Me parece increíble que hayan cambiado la temática, ¡esto es un escape room total! Y aún no había visto la traca final, la que da nombre a la experiencia: la mesa en la que estaban comiendo cobra vida para presentar todos los petit fours. Una performance que deja a Ibai con la boca abierta e incluso con ganas de aplaudir. ¡Una experiencia muy única, para hacer una vez en la vida!