Receta de conejo asado al romero, un plato de carne macerada y asada con pimientos, patatas, cebolletas y romero, acompañado de una ensalada, de Enrique Fleischmann.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Carnes
Receta de conejo asado al romero, un plato de carne macerada y asada con pimientos, patatas, cebolletas y romero, acompañado de una ensalada, de Enrique Fleischmann.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Para macerar el conejo, pon en un bol un buen chorro de aceite, las hojas de la ramita de romero y una pizca de tomillo picado. Pica un diente de ajo y agrégalo. Sazona y mezcla. Abre el conejo por la mitad, y úntalo (por dentro y por fuera) con el aceite de hierbas.
Recorta las esquinas de las patatas, pártelas por la mitad y colócalas en vertical en una bandeja apta para el horno. Pon encima el conejo, añade una pizca de pimienta y coloca las cebolletas y los pimientos a un lado bañados con un chorrito de aceite. Asa todo a 180ºC, durante 30-35 minutos. Reserva.
Retira la piel de los pimientos asados y córtalos en juliana, corta las cebolletas a lo largo y fríe todo en una sartén con un chorro de aceite. Añade un poco de ralladura de nuez moscada y reserva.
Para hacer la vinagreta, lamina dos dientes de ajo y dóralos en un cazo. Ponlos en un bol un bol, añade el vinagre y un chorro de aceite.
Coloca las hojas de lechuga en una fuente amplia y pon encima el conejo asado al romero con sus patatas. Aliña con la vinagreta y acompaña con los pimientos y las cebolletas. Incorpora una pizca de perejil picado sobre las verduras y sirve.
El mejor conejo es uno blanco, gordo, no demasiado joven porque tendrá poco sabor, ni demasiado viejo porque será seco y duro. Y por supuesto, que no esté pasado; no debe estar ni amarillento ni descolorido, su piel debe ser brillante y elástica. Si lo compramos sin piel. Reconoceremos su juventud por el tamaño y sobre todo por la fragilidad de sus orejas, que se desgarran fácilmente.