Mollejas de cordero al ajillo, receta clásica de Karlos Arguiñano

Las mollejas de cordero al ajillo son un plato tradicional de la gastronomía española que destaca por su sabor intenso y textura suave.
Esta receta es perfecta para aquellos que buscan un plato fácil de preparar y lleno de carácter. Con pocos ingredientes y siguiendo el paso a paso de Karlos Arguiñano lograrás un plato delicioso en poco tiempo.
Raciones
1
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Ingredientes
- 300 g de mollejas
- 3 dientes de ajo
- Aceite
- Harina
- Perejil picado
Elaboración
1. Prepara las mollejas
Limpia bien las mollejas de cordero, quitando las telillas y las grasas que puedan tener. Es importante que queden bien limpias para que su textura sea agradable al comerlas. Luego, trocéalas en piezas pequeñas, del tamaño de un bocado, y sazónalas con sal y pimienta al gusto.
2. Reboza las mollejas en harina
Pasa las mollejas troceadas por harina para que queden bien rebozadas. Este paso ayuda a que las mollejas queden crujientes por fuera y tiernas por dentro al freírlas.
3. Fríe las mollejas
En una sartén, pon a calentar un buen chorro de aceite de oliva. Cuando el aceite esté bien caliente, añade los ajos picados en láminas finas. Cocina el ajo a fuego medio, removiendo con cuidado para evitar que se queme, ya que esto podría amargar el plato.
Cuando el ajo comience a dorarse ligeramente, incorpora las mollejas de cordero. Fríelas a fuego medio durante unos 2-3 minutos, removiendo continuamente para que se cocinen de manera uniforme. Las mollejas deben dorarse bien por fuera, pero manteniendo una textura tierna por dentro.
4. Espolvorea perejil picado
Una vez que las mollejas estén doradas y crujientes, retíralas del fuego y colócalas en un plato. Espolvorea perejil fresco picado por encima para darle un toque de frescura al plato.
Consejos para elaborar unas mollejas al ajillo perfectas
Elimina todas las impurezas de las mollejas
Limpia a fondo las mollejas retirando todas las telillas, membranas y grasa visibles. Un buen truco es sumergirlas en agua fría con un poco de sal durante 1-2 horas para facilitar el proceso de limpieza y eliminar impurezas. Cambiar el agua una o dos veces durante este tiempo ayuda a blanquearlas.
Puedes hacer un escaldado previo
Antes de freírlas, puedes escaldar las mollejas en agua con un toque de sal y unas hojas de laurel durante unos 5 minutos. Esto las ayudará a perder exceso de grasa y a ablandarlas, además de mejorar su textura al cocinarlas.
Seca bien las mollejas antes de rebozarlas
Es crucial secar bien las mollejas antes de rebozarlas en harina. Si las cocinas húmedas, la harina no se adherirá bien y no obtendrás esa textura dorada y crujiente tan característica.
Controla el fuego
Usa aceite de oliva virgen extra y cocina a fuego medio. No frías las mollejas a fuego muy alto para evitar que se doren demasiado rápido por fuera y queden crudas por dentro.
Cuidado con el ajo
Controla el tiempo de cocción del ajo para que no se queme, ya que podría dar un sabor amargo a las mollejas. Puedes dorarlas lentamente para que queden más suaves.
Si te gusta, dale un toque picante
Si quieres darle más sabor al plato, puedes añadir guindilla picada junto con los ajos para un toque picante. También puedes sustituir el perejil por cilantro si prefieres un sabor más fuerte.
Quita el exceso de grasa
Después de freírlas, colócalas sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Esto asegurará que no queden demasiado grasientas.
Con qué acompañar las mollejas al ajillo
Las mollejas de cordero al ajillo se pueden acompañar de varios tipos de guarniciones para hacer el plato más completo. Un clásico que nunca falla, como unas patatas fritas al horno, que absorben el aceite y los jugos del plato, creando una combinación deliciosa.Si prefieres un acompañamiento más ligero, una muy buena opción puede ser una parrillada de verduras.
Cómo conservar las mollejas de cordero
Si te sobran mollejas, puedes guardarlas en un recipiente hermético en la nevera durante 1-2 días. Para recalentarlas, hazlo a fuego lento en una sartén con un poco de aceite para que no pierdan su textura crujiente.
Preguntas frecuentes sobre la receta mollejas de cordero al ajillo de Karlos Arguiñano
¿Qué parte del cordero son las mollejas?
Las mollejas de cordero son glándulas, específicamente el timo o el páncreas, ubicadas en el área del cuello o cerca del corazón del animal. Estas glándulas son más prominentes en animales jóvenes y tienden a atrofiarse con la edad.
Las mollejas del timo son más suaves y tiernas, mientras que las mollejas del páncreas tienen una textura más firme.
En la cocina, las mollejas son muy apreciadas por su textura suave y delicada y se suelen preparar mediante fritura, guisadas o asadas, generalmente acompañadas de salsas o con ingredientes que realzan su sabor.
¿Cómo se limpian correctamente las mollejas?
Para limpiar correctamente las mollejas de cordero y prepararlas para su cocción, sigue estos pasos:
- Retirar telillas y grasas: Utiliza un cuchillo pequeño y afilado para retirar estas telillas con cuidado, sin cortar la carne. También es recomendable quitar cualquier exceso de grasa que puedas encontrar alrededor.
- Lavado: Después de retirar las telillas, es importante lavar bien las mollejas en agua fría para eliminar cualquier residuo. Si lo prefieres, puedes dejarlas en remojo en agua fría con un poco de sal durante 30 minutos para eliminar posibles impurezas o restos de sangre.
- Blanqueo opcional: Algunas recetas recomiendan blanquear las mollejas para mejorar su textura y eliminar impurezas adicionales. Para blanquearlas, coloca las mollejas en una olla con agua hirviendo durante unos 2-3 minutos. Después, retíralas y colócalas en un bol con agua fría y hielo para cortar la cocción. Esto las hará más suaves antes de cocinarlas definitivamente.
¿Cómo saber si las mollejas están bien cocinadas?
Las mollejas deben quedar doradas por fuera y tiernas por dentro. Si están demasiado crujientes o duras, pueden haber sido cocidas en exceso. Deben tener una textura suave pero firme.
¿Se pueden congelar las mollejas de cordero?
Sí, las mollejas de cordero se pueden congelar, pero antes de cocinarlas. Asegúrate de limpiarlas bien y secarlas antes de meterlas en una bolsa o recipiente apto para congelación. Para descongelarlas, es mejor hacerlo en la nevera unas horas antes de cocinarlas.
¿Qué tipo de ajo es mejor utilizar?
Puedes utilizar ajos frescos para un sabor más suave o ajos secos si prefieres un sabor más intenso. Asegúrate de cortarlos en láminas finas para que se doren de manera uniforme.