Villa Meona: el icónico refugio de Isabel Preysler en Puerta de Hierro
Casas de famosos
Villa Meona, la mansión de Isabel Preysler en Puerta de Hierro, símbolo de lujo, familia y recuerdos
En el corazón de Puerta de Hierro, una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid, se encuentra una de las residencias más mediáticas del país: la mansión de Isabel Preysler, conocida popularmente como Villa Meona (oficialmente Miraflores, pero más adelante te contamos por qué).
La mansión se ha consolidado como un emblema del lujo, de vida familiar y social del universo Preysler, además de servir como escenario de documentales dedicados a su vida.
Muy cerca, también en esta tranquila zona residencial, vive su hija Tamara Falcó, cuya casa te mostramos hace algún tiempo: La casa de Tamara Falcó, serenidad y originalidad en una urbanización de lujo
A continuación, te mostramos algunas de las características más sorprendentes de la casa de Isabel Preysler en Madrid y te revelamos el origen de ese curioso apodo, que tanto choca con la elegancia por la que siempre ha destacado a la celebrity.
Una propiedad monumental con historia
La mansión, valorada actualmente en alrededor de los 9 millones de euros, fue diseñada con la colaboración de su último esposo, Miguel Boyer, exministro de Economía y padre, junto a Isabel, de Ana Boyer Preysler, la única hija que el matrimonio tuvo en común.
Con más de 2.000 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 5.000, la vivienda cuenta con ocho dormitorios, múltiples zonas comunes y dos piscinas: una exterior y otra climatizada en el interior.
La distribución de la casa se organiza en distintas alturas, lo que permite mantener la privacidad familiar, algo que siempre ha sido muy valorado por Isabel Preysler.
Una casa en la que nadie comparte baño
Uno de los detalles más comentados —y que le dio su famoso apodo— es que la vivienda cuenta con 13 cuartos de baño. Como te decíamos, el hogar se llama oficialmente Miraflores, por la calle donde se ubica, pero los lectores más veteranos de la prensa rosa siguen conociéndola como Villa Meona.
El escritor y columnista Alfonso Ussía fue quien acuñó el apodo cuando, en 1989, escribió en el diario ABC que aquella casa “solo podía tener un nombre posible” debido a esa cantidad exagerada de baños, bautizándola como Villa Meona y haciéndola pasar a la historia.
En la planta baja se encuentran el salón principal, el comedor, un despacho y la cocina, mientras que en la planta superior se ubican los dormitorios, una sala de juegos y la zona más apreciada por Isabel Preysler: una suite privada de unos 150 metros cuadrados.
Un jardín cuidado al detalle
Los jardines son otro de sus grandes atractivos de la finca y gran parte del dinero destinado al mantenimiento de la casa (7000 euros de gastos fijos según algunos medios, sin contar los salarios del personal) está destinado a mantenerlos perfectos, ya que son un espacio clave para recibir a familiares y amigos.
Un equipo humano imprescindible
Como era de prever, semejante propiedad requiere de mucha organización y trabajo, para lo que es necesario un gran equipo humano que resulte de confianza para Isabel. En más de una ocasión, Preysler ha hecho público sentirse muy agradecida con los trabajadores de su hogar.
Un hogar con historia personal
Pese a su tamaño, su valor y su fama, la villa Miraflores sigue siendo la residencia principal de Isabel Preysler en España. Allí vivió con Miguel Boyer hasta su fallecimiento en el año 2014.
Más tarde, también compartió esa casa con el escritor peruano Mario Vargas Llosa durante su relación. Tras más de ocho años de convivencia, la pareja rompió en diciembre de 2022.
Hoy, tras superar esas pérdidas, Isabel sigue residiendo allí, rodeada de recuerdos, familia y rutinas que hacen que esta mansión, a pesar de todo, siga siendo un lugar profundamente personal y su verdadero hogar.
