De armario empotrado a aseo, una reforma ingeniosa y funcional
Reforma original
Una reforma que convierte un armario empotrado en un aseo funcional, aprovechando la bajante del baño principal.

Reformar una vivienda es siempre una oportunidad para mejorar no solo el aspecto de tu vivienda, sino también su funcionalidad y practicidad.
Hoy te traemos una reforma con mucha personalidad, puesta en marcha en Getxo (Bizkaia), una de las más originales que hemos llevado a cabo y que demuestra cómo, con ingenio y precisión, es posible optimizar el espacio de forma sorprendente.
En este caso, el reto consistía en añadir un segundo aseo en una vivienda que originalmente contaba con un único baño. ¿La solución? Transformar un armario empotrado en un aseo completo.
El punto de partida: un armario junto al baño
La clave de esta reforma estaba en la ubicación estratégica del armario empotrado que se encontraba en una de las estancias de la casa. Justo al otro lado de la pared del armario, se situaba el baño principal de la vivienda.
Esta proximidad fue clave para hacer viable la instalación del nuevo aseo, ya que permitió aprovechar la bajante existente sin necesidad de hacer grandes modificaciones estructurales ni obras muy complicadas.
Antes de comenzar la reforma, se analizó cuidadosamente el trazado de la bajante del baño original, para identificar dónde podía colocarse el inodoro del nuevo aseo sin problemas.
Esta planificación permitió optimizar la instalación sin complicaciones técnicas, así como poder adaptar el resto de los elementos de forma cómoda y práctica.
Además de agregarle un nuevo baño al hogar, también se aprovechó para renovar y darle un aspecto diferente a la propia estancia, transformándola en un vestidor.
Para la reforma completa, se utilizaron algunos elementos decorativos de Gorostidi Ideas.

Optimización del espacio al milímetro
El espacio disponible en el nuevo aseo era reducido, por lo que cada centímetro contaba. Para darle más funcionalidad, se decidió restar unos centímetros a la estancia donde se encontraba el armario original. Esta pequeña pérdida para la habitación supuso una gran ganancia para el confort de la vivienda en general, al incorporar un aseo extra muy práctico para el día a día o para las visitas.
Para maximizar la sensación de amplitud, se instaló una puerta corredera, eliminando la necesidad de espacio barrido que requiere una puerta abatible tradicional. Este cambio, que liberó superficie útil aportando comodidad, es un recurso muy utilizado en este tipo de obras.
Diseño funcional: soluciones a medida
Dentro del nuevo aseo, el mobiliario y los sanitarios se eligieron cuidadosamente para adaptarse a las dimensiones disponibles, manteniendo una estética acogedora y un uso práctico de la estancia.
De esta forma, se instaló un lavabo esquinero, ideal para rincones ajustados, que permitió liberar el centro del espacio para facilitar la movilidad.
El inodoro suspendido fue otra elección estratégica. Gracias a su cisterna empotrada, el diseño es más ligero y, además, facilita la limpieza del suelo.
Para empotrar la cisterna, fue necesario levantar una mocheta, una estructura que sobresale ligeramente del muro original. Para aprovechar ese elemento, se integró un nicho con baldas, perfecto para almacenamiento de pequeños objetos o complementos decorativos. Una solución original, eficaz y decorativa al mismo tiempo.

Un toque decorativo que marca la diferencia
Por supuesto, la decoración también fue uno de los factores clave a tener en cuenta. Conseguir una decoración acogedora y agradable en todas las estancias del hogar es esencial para que nos sintamos a gusto. Para ello, se revistieron las paredes con un bonito papel pintado de Gorostidi Ideas, aportando un aire renovado y más luminoso al nuevo espacio.

Una bonita jabonera en forma de bañera, toallas blancas bordadas y sanitarios de la firma Roca, conocidos por su fiabilidad y diseño actualizado, completan un aseo que, a pesar de su reducido tamaño, transmite modernidad al resto de la vivienda.