Piscinas sin obra para disfrutar al máximo del verano

Las piscinas sin obra, o piscinas desmontables, son la clave para refrescarnos en verano en nuestro propio hogar sin apenas complicaciones. ¿Estás pensando en colocar una en tu jardín? Te contamos sus ventajas, cómo elegir la mejor y cuáles son las rutinas de mantenimiento, ¡toma nota!

Con el verano a cuestas, lo mejor que podemos hacer es mantenernos frescos y relajados para disfrutar de la temporada de la mejor forma.

Para ello, debemos disponer de todo lo posible que nos permita hacer frente a las altas temperaturas y estar más cómodos dentro de nuestro hogar. Ventiladores de techo, agua fresca siempre disponible...

Si además tenemos jardín o una terraza de buen tamaño, hay algunos elementos que, si los incorporamos, vamos a disfrutar como nunca del exterior del hogar: Tumbonas de jardín, mesas de exterior... Y, por supuesto, y de lo que vamos a hablar hoy: Las piscinas sin obra.

Las piscinas sin obra son el complemento perfecto para refrescarte en verano casi sin complicaciones. Este tipo de piscinas, también llamadas piscinas desmontables, son estructuras temporales diseñadas para proporcionar una experiencia agradable y cómoda en el exterior de casa.

Su mantenimiento es mucho más sencillo que el de una piscina convencional, y son ideales para quienes buscan una solución rápida y económica para refrescarnos durante los meses más calurosos del año.

A continuación, te cuento con más detalle las ventajas de las piscinas sin obra, cómo elegir la mejor y cuáles son sus rutinas de mantenimiento, ¡toma nota!

Ventajas de las piscinas sin obra

Desde su instalación hasta su variedad de diseños, estas piscinas ofrecen muchas ventajas.

1. Fácil instalación

Una de las principales ventajas de las piscinas sin obra es su facilidad de instalación. No necesitas contratar a un equipo especializado ni realizar excavaciones en tu jardín. La mayoría de estas piscinas se pueden montar en pocas horas con herramientas básicas y un poco de ayuda.

Eso sí, asegúrate de ponerla en el lugar adecuado, especialmente si se trata de una terraza (debes tener muy en cuenta el peso).

2. Mucho más económicas

Comparadas con las piscinas tradicionales, lógicamente las piscinas sin obra son mucho más económicas. No solo ahorras en la instalación, sino también en el mantenimiento, ya que suelen requerir menos productos químicos y menos tiempo de limpieza.

El precio de este tipo de piscinas oscila entre los 350 y 3000 euros, dependiendo de lo sólida y grande sea la estructura y de los complementos que disponga. En Bauhaus he encontrado un par de opciones muy económicas, la piscina New Splasher (349 euros) y la Splash (779 euros).

3. Flexibilidad

Estas piscinas son portátiles, lo que significa que puedes desmontarla y guardarla si en algún momento quieres retirarla.

4. Piscina en espacios más reducidos

Si tienes un jardín pequeño, las piscinas sin obra son la clave para distribuir mucho mejor el espacio exterior de tu hogar mientras le das un toque más funcional.

5. Variedad de diseños y tamaños

En el mercado existen numerosas opciones de piscinas sin obra, desde pequeños modelos para niños hasta grandes estructuras que pueden acomodar a varias personas. También puedes encontrar piscinas con diferentes profundidades y formas, adaptándose a tus necesidades y preferencias.

Para niños, las piscinas sin obra son una de las opciones más seguras que podemos poner en casa, aunque, por supuesto, debemos seguir vigilándoles en todo momento.

Trasteando en Internet para encontrar las mejores piscinas sin obra a buen precio he encontrado este bonito modelo rosa en Leroy Merlin, la Small Frame INTEX (antes 89.95 euros, ahora 78.99 euros).

Cómo elegir la piscina sin obra ideal

Para elegir la piscina sin obra ideal, que se adapte a la perfección a las características del exterior de tu hogar, debes tener en cuenta algunas cuestiones importantes.

1. Espacio disponible

Antes de comprar una piscina sin obra, mide el espacio disponible en tu jardín, terraza o patio. Asegúrate de dejar suficiente espacio alrededor de la piscina para moverte con comodidad y para colocar accesorios como sillas o mesas. Como te comentaba, las piscinas sin obra son la clave para poder tener una en espacios pequeños, pero debes asegurarte de que se adapte correctamente al espacio.

2. Uso previsto

Ten en cuenta quiénes van a utilizar la piscina. Si van a ser principalmente para niños, un modelo pequeño y poco profundo será suficiente y más seguro (en algunos casos hasta puedes ponerlas en terrazas). Si quieres una piscina sin obra para personas adultas, deberás adquirir modelos más firmes y robustos y colocarlos, a poder ser, en suelo firme.

3. Materiales y durabilidad

Las piscinas sin obra están hechas de diferentes materiales, como plástico, vinilo o metal. Elige un modelo que ofrezca una buena durabilidad y que sea resistente a las inclemencias climáticas que puedan darse en la zona donde vives.

4. Accesorios y mantenimiento

Algunas piscinas vienen con bombas de filtrado, escaleras... Este es el caso de la piscina redonda desmontable INTEX Prisma Frame (antes 279.00 euros ahora 274.50 euros) de Leroy Merlin que puedes ver en la foto.

Estos accesorios aportan funcionalidad a las piscinas, pero debemos saber bien cómo hay que mantenerlos. Asegúrate de conocer las recomendaciones de limpieza y cuidado del fabricante para prolongar la vida útil de tu piscina.

Mantenimiento de piscinas sin obra

El mantenimiento de una piscina, aunque sea sin obra, es muy importante, ya que en ella exponemos nuestra piel al completo.

Es imprescindible que sigas las instrucciones del fabricante para un mantenimiento adecuado de la piscina, para garantizar tu seguridad y una buena durabilidad.

Te cuento cuáles son los conocimientos básicos que debes saber sobre el mantenimiento general de una piscina sin obra.

1. Limpieza regular

Mantén tu piscina libre de hojas, insectos y otros residuos. Utiliza una red para retirar la suciedad de la superficie y demás complementos para limpiar el fondo.

2. Tratamiento del agua

Utiliza los productos químicos adecuados para mantener el agua limpia y segura. Si el fabricante lo considera, controla regularmente los niveles de pH y cloro para evitar la proliferación de algas y bacterias.

3. Cubiertas de piscina

Cuando no estés utilizando la piscina, cúbrela con una lona o cubierta especial, aunque se trate de una piscina sin obra (en muchas zonas de España, nunca sabes cuándo puede caer una chaparrada mientras estás fuera de casa).

Esto ayudará a mantener el agua limpia y reducirá la evaporación, asegurando la resistencia de tu piscina.