Cómo hacer un deshumidificador casero con una botella de plástico y sal gorda

Descubre cómo hacer un deshumidificador casero y despídete del moho y la congestión en casa.
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Tiempo total
20 m
El exceso de humedad puede causar problemas en casa, como moho y hongos, malos olores y daños estructurales. Además, a nivel personal, la humedad también puede provocarnos dolor de cabeza, sensación de congestión o estornudos constantes.
Esta problemática ha sido la responsable de que los deshumidificadores hayan ganado tanta importancia en los últimos años, pero ¿sabías que puedes hacer uno casero de forma muy fácil?
Un deshumidificador casero es una opción económica y sencilla para reducir la humedad en habitaciones o espacios pequeños, aprovechando materiales y utilizando elementos naturales como la sal gorda.
Materiales
- Botella de agua de plástico
- Calcetín
- Sal gorda
Herramientas
- Tijeras
Cómo hacer un deshumidificador casero paso a paso
En este artículo, te explicamos cómo hacer un deshumidificador casero utilizando una botella de plástico, sal gorda y un calcetín, en un proceso rápido y efectivo. Te lo enseñamos siguiendo el tutorial de
Paso 1: Corta la botella de plástico
El primer paso es preparar la botella. Con unas tijeras o un cúter, corta la botella de plástico por la mitad. Es importante que el corte sea lo más uniforme posible para que quede lo más preciso posible.
Paso 2: Coloca la parte superior al revés
Toma la parte superior de la botella, donde está el cuello, y colócala invertida dentro de la parte inferior. De esta manera, el cuello de la botella quedará apuntando hacia abajo, como si fuese un embudo. Asegúrate de que encajen bien para evitar que se desarme.

Paso 3: Prepara la sal gorda
A continuación, llena un calcetín con una cantidad generosa de sal gorda. La sal actuará como absorbente natural de la humedad. Puedes ajustar la cantidad de sal según el tamaño del espacio que quieras deshumidificar. Asegúrate de que el calcetín esté bien cerrado para que la sal no se derrame. Si lo prefieres, también puedes utilizar un retal de tela de algodón (de una camiseta, por ejemplo) y coserlo para que no se salga la sal.

Paso 4: Introduce el calcetín sobre la botella
Una vez lleno el calcetín de sal, colócalo en la parte superior de la botella (el cuello invertido). El calcetín debe descansar sobre esta parte sin obstruir el paso del aire, permitiendo que la humedad se absorba eficientemente y se deposite en el fondo de la botella.

Paso 5: Coloca el deshumidificador en su lugar
Coloca el deshumidificador casero sobre una superficie más o menos alta, como un armario o una estantería, en la estancia donde haya más humedad. El deshumidificador comenzará a trabajar de inmediato, atrapando la humedad en el aire. Con el tiempo, verás que la sal en el calcetín comenzará a volverse más dura o a humedecerse, lo que indica que está absorbiendo el agua del ambiente.

Paso 6: Mantenimiento del deshumidificador
Es recomendable cambiar la sal gorda de vez en cuando, cuando esté muy compacta o demasiado húmeda. Dependiendo de la cantidad de humedad en el ambiente, puede ser necesario reemplazarla una vez al mes o quizás puedas prolongar su uso un poco más. Para un mejor resultado y para evitar olores, vacía el agua acumulada en el fondo de la botella cuando sea necesario.
Beneficios de un deshumidificador casero
Los deshumidificadores comerciales pueden ser algo costosos y generalmente consumen energía.
Crear uno casero no solo es una alternativa más barata, sino que también es una solución ecológica, ya que permite reutilizar materiales que ya tienes en casa, como botellas de plástico y calcetines o retales.

Además, los deshumidificadores caseros son muy fáciles de hacer, y también entretenidos, así que elaborarlos es una buena opción para una tarde que no tengas nada que hacer y te apetezca crear tus propios complementos.
¿Cómo funciona un deshumidificador casero?
La sal gorda es un agente higroscópico. ¿Y qué significa esta palabra tan rara? Pues que tiene la capacidad de atraer y retener el agua del aire. A medida que el aire húmedo pasa por el calcetín, la sal comienza a absorber el exceso de humedad y a atraparla. La humedad luego se condensa y gotea hacia la parte inferior de la botella, dejando el aire más seco y limpio. Este proceso es especialmente útil en ambientes pequeños y cerrados donde la ventilación es limitada.

Este es el motivo principal por el que las lámparas de sal sirven como deshumidificadores. De hecho, dependiendo de lo húmedo que sea el ambiente, las lámparas de sal pueden llegar a recoger mucha agua de toda la humedad que son capaces de absorber.
¿Cuándo deberías usar un deshumidificador casero?
Este tipo de deshumidificador casero es ideal para espacios pequeños o medianos con problemas de humedad.
Armarios y cajones
Evita la acumulación de humedad que daña la ropa y causa malos olores. Coloca el deshumidificador en la balda superior del armario.
Baños sin ventilación
Ayuda a reducir la acumulación de vapor de agua y previene el crecimiento de moho, especialmente en baños sin ventanas.
Despensas
Protege alimentos secos y las propias paredes y baldas de tu despensa incluyendo un deshumidificador casero en su interior.