Cómo combinar cuadros de diferentes estilos

Aprende a combinar cuadros de estilos distintos con estilo y personalidad, respetando los backgrounds de los artistas. ¡Cuenta una historia con tus paredes!
¿Quieres decorar las paredes de tu hogar con cuadros, pero no sabes cómo combinarlos para que se vea una composición bonita? Combinar obras de arte de diferentes vertientes puede ser un poco complicado, pero hay unos cuantos trucos que te ayudarán a conseguir coherencia sin caos visual.
A continuación, te damos unos cuantos consejos que deben de tener en cuenta para combinar cuadros y conseguir la composición decorativa perfecta.
1. El color es un buen aliado
¿Las obras no se parecen en nada? Que no cunda el pánico, vamos a separarlas por colores para organizarlas cromáticamente. Si comparten tonalidades (aunque sea parcialmente o a través de complementarios), ya tienes un punto de conexión.
Por ejemplo, una acuarela moderna en tonos azules puede convivir perfectamente con un óleo clásico si ambos comparten matices similares.
De la misma forma, una ilustración en tonos rojos puede quedar increíble con un paisaje verde al tratarse de colores complementarios.
El truco está en buscar ese hilo cromático que los una. Piensa en esto como si estuvieras creando un outfit atrevido pero combinado. En este punto, es como si estuvieras vistiendo a tus paredes con piezas especiales.

2. Marcos: el poder de lo discreto (o no)
Los marcos no solo protegen y resaltan la obra, también ayudan a crear coherencia visual. Si tienes cuadros muy diferentes, usar marcos similares (negros, dorados, madera natural) puede darle coherencia al conjunto.
Pero si lo tuyo es conseguir un estilo contemporáneo con influencias de épocas pasadas y modernas a la vez, atrévete con marcos distintos que resalten el carácter de cada pieza.
Por ejemplo, puedes introducir algunos marcos barrocos dorados en las piezas principales, y combinarlos con ilustraciones con enmarcaciones más sencillas que aporten, pero no quiten protagonismo.
A su vez, puedes introducir el toque de color de forma original, colocando todos los marcos iguales (negros, por ejemplo) y una pequeña obra con marco rojo en un lateral.
Otra opción, es combinar ilustraciones enmarcadas con lienzos directamente sobre el bastidor.

3. Combina cuadros con y sin paspartú
La combinación de cuadros con y sin paspartú puede darle el toque clave para que tus paredes se vean bonitas, originales y con más dinamismo.
La clave es conseguir equilibrio visual entre tamaños, colores de los marcos y disposición general.
Un truco útil para que tu combinación se vea elegante y profesional es que el paspartú de todos los marcos sea del mismo tono para no generar ruido visual o un aspecto demasiado infantil.

4. Juega con diferentes posiciones y tamaños
Si quieres una pared diferente y dinámica, combina cuadros horizontales y verticales de tamaños dispares. La mezcla de un cuadro horizontal grande (lienzo tamaño marina (M)) con unos cuantos verticales más pequeños crea un ritmo visual muy interesante con mucho estilo.
Un consejo: no temas superponer ejes o hacer composiciones asimétricas. A veces, ese desorden controlado es lo que le da el toque clave a una pared.

5. Lo clásico y lo moderno pueden (y deben) convivir
¿Una litografía vintage junto a una ilustración digital? Claro que sí. Combinar diferentes épocas puede dar resultados geniales si encuentran los puntos en común que pueden tener ambas obras.
6. Combina diferentes épocas, pero un background similar
Este truco es oro: Si vas a mezclar diferentes obras debes tener en cuenta que los backgrounds de los artistas tengan coherencia.
Te ponemos un ejemplo fácil: Frida Kahlo y Salvador Dalí. Ambos eran pintores con influencias surrealistas evidentes. Sin embargo, su ideología y convicciones eran completamente distintas entre sí, partiendo de trasfondos muy diferentes donde la clase social y el contexto europeo-americano hacían que ambas personalidades chocasen considerablemente. Kahlo, comunista comprometida y fuertemente ligada a lo mexicano. Dalí, acusado de simpatizar con posturas autoritarias, de personalidad excéntrica y comercial.
De esta forma, más allá de que dos de sus obras pudieran combinar visualmente, su contexto y convicciones son totalmente contrarias y, por consiguiente, también la coherencia entre sus obras.

7. Organiza con ritmo, no con rigidez
No hace falta que todos los cuadros estén perfectamente alineados o tengan el mismo tamaño, de hecho, el dinamismo es la clave para lograr un equilibrio visual.
Piensa que combinar los cuadros de tu pared es como hacer una playlist: no todo tiene que ser del mismo género, pero sí que tiene que fluir.

8. Espacios vacíos: el silencio del arte
No llenes cada centímetro de la pared. El espacio en blanco permite que cada obra respire y tenga el protagonismo necesario. Además, dejar espacios vacíos aporta también un respiro visual a quien la mira. En estos casos, y dependiendo del estilo de tu hogar, menos puede ser más.
9. Cuenta tu historia, no sigas un catálogo
Más allá del estilo, la decoración y el arte son formas de expresión. No te límites a lo que debería combinar o a las tendencias más actuales. Si tienes una pintura que te regaló tu abuela, una ilustración que compraste en un viaje o una foto que tomaste tú mismo, intégralas. No hay nada más valioso que un espacio que hable de ti. Combinar cuadros con sentido también es importante.
No hay una fórmula única para combinar cuadros de estilos diferentes, pero sí muchas formas de hacerlo con estilo y coherencia. Se trata de encontrar tu propio equilibrio entre el gusto personal y algunos principios básicos de composición y conocimiento artístico. Mezclar es un arte en sí mismo si sabemos cómo hacerlo.
Experimenta, juega, rompe reglas y cumple otras, pero haz que tus paredes sean las protagonistas de la decoración de tu hogar.