Qué es un salón con foso y cómo aprovecharlo en casa
Distribución del salón
Ventajas, usos y claves para integrarlo en casa.

Estos espacios ofrecen una manera creativa de redefinir la distribución del salón, creando zonas diferenciadas sin necesidad de levantar muros.
Se caracterizan por encontrarse a un nivel inferior del resto del suelo del salón, creando un área íntima y resguardada.
El efecto visual que producen no solo resulta atractivo, sino que aporta un estilo arquitectónico diferente que rompe con la linealidad de los interiores tradicionales.
Te contamos todo lo que debes saber sobre el salón con foso y qué aspectos se debes tener en cuenta antes de incorporar uno en casa.
¿Qué es un salón foso?
Un salón foso es una zona que está hundida del resto del suelo. Se suele amueblar con sofás, cojines o bancos que crean una zona íntima y cómoda que invita a conversar, por ello otro de sus nombres es fosa de conversación. Si es muy amplia, se puede colocar también una chimenea o una mesa central.
Su distribución favorece la interacción social, ya que todas las personas quedan orientadas hacia el centro.
Su originalidad las convierte además en espacios ideales para recibir invitados.
Este tipo de salones alcanzó gran popularidad en Norteamérica y Europa durante las décadas de 1950 y 1960, aunque fue el arquitecto Bruce Goff quien comenzó a experimentar con los llamados conversation pits ya en la década de 1920.
Más tarde, arquitectos como Eero Saarinen también adoptaron este concepto en sus proyectos modernistas, consolidando su uso en viviendas de diseño vanguardista.

Ventajas de los salones con foso
Un espacio definido
Una de las principales ventajas es que divide visualmente dos espacios sin necesidad de paredes. Esto puede ser útil para separar zonas de descanso y cocina en una misma superficie.
Estética original
Los salones con foso crean un efecto visual llamativo y pueden convertirse en el elemento protagonista del salón. Además, dan un aire retro.
Ambiente acogedor e intimo
Al encontrarse por debajo del nivel del suelo, se crea un refugio que transmite una agradable sensación de recogimiento.
Estos espacios son ideales para descansar, disfrutar de una reunión con amigos o dedicar tiempo a la lectura.
Además, ayudan a reducir el impacto del ruido y a evitar las corrientes de aire.
Personalizable
El foso se puede adaptar a la decoración que más te guste. Normalmente, este tipo de espacios necesitan muebles a medida sobre todo si tienen formas ovaladas o redondeadas.

¿Qué debes tener en cuenta antes de decantarte por un salón con foso?
Altura del foso
Debes valorar la profundidad que quieres que tenga el foso. Una profundidad de entre 30 y 50 centímetros suele ser suficiente para crear un efecto visual interesante sin comprometer la comodidad o la seguridad.
Accesibilidad
Para acceder al foso, es recomendable instalar escaleras amplias o una rampa de suave inclinación.
Si hay niños en casa, conviene extremar las precauciones: evita utilizar materiales resbaladizos en los bordes y considera la instalación de iluminación nocturna alrededor del foso para mejorar la visibilidad y prevenir accidentes.
Instalación
Debes tener en cuenta que crear un foso en una vivienda ya construida implica realizar obras, y no siempre será viable en todos los tipos de construcción.
Además, se necesita una evaluación estructural previa para asegurarse de que la modificación no compromete la resistencia del forjado.
Limpieza
Al estar en un nivel inferior tienden a acumular más suciedad por lo que se recomienda que el sofá o los cojines sean fáciles de lavar.

¿Dónde colocar un foso?
Normalmente los fosos se colocan en el salón, pero también se pueden integrarse en otras estancias:
- Buhardillas o sótanos para crear un espacio acogedor.
- En terrazas cerradas o cubiertas para crear un rincón chill out o zona de ocio.
- Oficinas o estudios como zonas de estudio, de lectura o brainstorming.
- Incluso se pueden considerar para habitaciones juveniles amplias, como zona de juegos o rincón de lectura.
Cómo diseñar un salón con foso según su forma
Foso cuadrado o rectangular
Es la opción más habitual, ya que se integra con facilidad en la mayoría de distribuciones arquitectónicas. Permite una disposición simétrica del mobiliario: puedes colocar bancos o sofás a medida en los laterales y una mesa central para fomentar la interacción. Es ideal para salones amplios, donde el foso se convierte en el punto focal del espacio.
Foso circular
Menos común pero muy llamativo, el foso circular aporta un toque original y decorativo. Los asientos curvos, generalmente fabricados a medida, rodean todo el perímetro, favoreciendo la conversación y creando una atmósfera acogedora. Esta forma genera un mayor sentido de unidad entre quienes se reúnen en él.
Foso en forma de L o irregular
Una alternativa interesante para viviendas con distribución abierta o con desniveles es el foso en forma de L o con trazado asimétrico. Su diseño permite adaptarse a espacios más complejos y aporta dinamismo al conjunto. Este tipo de foso puede servir para delimitar zonas dentro de un salón diáfano sin recurrir a tabiques.