La factura energética media de las familias españolas alcanzará los 170 euros al mes este año según datos de Euler Hermes. Esto se traduce en una factura media anual de 2.000 euros en los hogares solo en el consumo de energía, ¿lo sabías?
La nevera, el televisor y la lavadora son los tres electrodomésticos que más energía consumen en un hogar, por lo que buscar un ahorro en su consumo se convierte en una prioridad cuando el precio de la luz y el gas se disparan.
En este artículo te mostramos los consejos más eficaces para ahorrar agua y energía en el uso de la lavadora. ¡Toma buena nota!

El encarecimiento de los suministros básicos y los hábitos de consumo suponen un gran desembolso de dinero en la economía familiar o personal.
Cómo ahorrar energía y agua al poner la lavadora
Según datos de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) poner una lavadora con una capacidad de 7 kilos por lavado supone un gasto de 42 a 62 litros de agua.
Respecto a la energía que consume la lavadora, la organización señala que supone el 8% del consumo energético anual de una familia, cifra que asciende al 11% si se utiliza la secadora.
Ambos factores dependen directamente de la tarifa de luz contratada, del horario en el que se utiliza este electrodoméstico y de cómo evolucionan los precios de estas energías en los mercados, hoy en alza.
A continuación, repasamos todo lo que puedes hacer para ahorrar agua y energía en el uso de la lavadora.
1. Lava cargas completas
En un intento de ahorro son muchos los errores que cometemos durante el uso de la lavadora. Por ejemplo, es habitual sobrecargarla, echar más dosis de detergente pensando que la ropa se limpiará mejor, e incluso es habitual lavar la ropa siempre con el mismo programa de lavado. ¡Evita estos errores!
Para ser realmente eficiente en el momento de utilizar este electrodoméstico debes aprender a organizar tus coladas y lavar solamente cargas completas. Esto implica separar la ropa por colores, categorías y seleccionar el ciclo de lavado más adecuado para el grado de suciedad de la ropa.
Por ejemplo, la ropa muy sucia y con manchas de grasa debe lavarse con un ciclo de lavado largo, a elevadas temperaturas y con un detergente en polvo (o líquido).
2. No laves la ropa en exceso
Es una costumbre lavar la ropa tras un solo uso, incluso cuando no se aprecian manchas u olores. Con ello, no solo gastas más energía y dinero, también contribuyes a un desgaste mayor de las prendas, especialmente de los pantalones vaqueros.
Si tu lavadora tiene programas eco o programas cortos, de 15 a 20 minutos, utilízalas para limpiar las prendas que no están muy sucias. Si sigues este consejo, recuerda llenar el tambor al máximo de su capacidad, pero sin someterla a un exceso.
3. Utiliza un detergente concentrado y biodegradable
El detergente es el elemento central de todas las coladas. Un buen detergente no solo limpiará bien la ropa, también hará que los colores, las fibras y la estructura de la prenda se mantengan como el primer día.
Por ello, para ahorrar más agua y energía en el uso de la lavadora, te aconsejamos que utilices un detergente concentrado y respetuoso con el medio ambiente como, por ejemplo, el detergente en cápsulas.
Las cápsulas o pods son perfectos para esta labor, pues vienen dosificados, lo cual evita el desperdicio de detergente y la generación de residuos.

El detergente en cápsulas se caracteriza por ser más ecológico y fácil de utilizar.
4. Lava los tejidos delicados a mano
Si tienes dos o tres prendas que son de seda, cachemir o encaje, lo mejor es que las laves a mano, con agua fría y con un detergente especial que cuide las fibras y costuras de la prenda. Puedes aplicar este consejo con prendas con abalorios delicados, borlas y lentejuelas.
Por lo general, este tipo de prendas requieren de unos cuidados especiales que se especifican en su etiqueta de lavado. De hecho, algunos solo se pueden lavar a mano o limpiar en seco.
Además, son prendas que no abundan en nuestro armario, por lo que puedes prescindir de la lavadora para que se mantengan en buen estado y duren más tiempo.
5. Lava en frío siempre que se pueda
Según el Instituto Catalán de Energía, el 85% de la energía que utiliza la lavadora es para calentar el agua. Sí, utilizar ciclos de lavado a 90ºC consume cuatro veces más energía que un ciclo de lavado a 40ºC.
Por este motivo y como medida de ahorro, te recomendamos lavar a baja temperatura las coladas poco sucias y los tejidos delicados como el algodón orgánico, la lana, el lino y la ropa interior.

Según varios estudios, el último de Endesa, el 75% de los ciudadanos utiliza siempre el mismo programa de lavado. Probar los ciclos "eco" ahorra energía durante el uso de este aparato.
6. Aprovecha el sol para secar la ropa
La secadora facilita mucho el secado rápido de los tejidos. Sin embargo, también es uno de los electrodomésticos que más energía consume. Por ello y siempre que el tiempo lo permita, te recomendamos tender la ropa al aire libre.
Si no tienes esta opción, es aconsejable que tiendas la ropa dentro de casa. Pero cuidado, si eliges esta opción, hazlo siempre en un lugar con buena ventilación. La ventilación hará que los niveles de humedad no aumenten.
Asimismo, procura tender la ropa nada más terminar el ciclo de lavado. De lo contrario, las prendas podrían adquirir humedad y moho, lo cual hace que se arruguen más, tengan mal olor y estén acartonadas.
Para solucionarlo deberás poner nuevamente la lavadora, lo que supone más gasto de agua y energía.
7. Compra una lavadora más eficiente
¿Sabías que la lavadora es uno de los 5 electrodomésticos que más energía consume? Por ello, si tienes que comprar una lavadora nueva, elige una que tenga la etiqueta de eficiencia energética A o B.
Este etiquetado es importante porque nos informa sobre el consumo de agua, el ruido y la velocidad de centrifugación de una lavadora, además del consumo de energía por ciclo de lavado.
Desde luego, comprar una lavadora con etiquetado energético es una inversión a largo plazo, pues nos ayuda a ahorrar y a ser más eficientes.

Cada lavadora viene integrada con una serie de especificaciones como su capacidad de carga, su consumo y la cantidad de programas que contiene.
8. Limpia tu lavadora
Una lavadora sucia por dentro no hará bien su trabajo y la ropa saldrá sucia, con restos de detergente o mal olor. Esto se debe a que, en su interior, especialmente en su filtro, se acumulan cal, moho e incluso pequeños objetos (que se desprenden de los bolsillos cuando no los revisamos).
¿La solución? Realiza una limpieza profunda de este electrodoméstico una vez cada tres o cuatro meses. Recuerda, la cal es un problema que puede aumentar el consumo de la lavadora hasta un 20%, según indica el diario La Vanguardia.
9. Elige la hora de lavado
Con el aumento del precio de la luz y la nueva factura de electricidad, llegaron las nuevas franjas horarias: horas punta (las más caras), horas llanas (precio medio) y horas valle (las más baratas).
Para ahorrar energía en el uso de la lavadora y en tu factura de electricidad, te recomendamos poner la lavadora cuando la electricidad es más barata, es decir en el tramo valle (desde las 00.00 horas hasta las 08.00 horas entre semana y durante todo el día los fines de semana y festivos).
Por ejemplo, para no molestar a tus vecinos, puedes poner la lavadora por la mañana o hacer la colada los fines de semana. Ten en cuenta que se consideran horas valle todos los fines de semana y también los días festivos a escala nacional.