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Economía

Cómo decidir la cuota de tu préstamo personal según tu salario

Imaginemos que necesitamos reformar la cocina o que nuestro coche se ha averiado y tenemos que comprar uno nuevo. Si no disponemos de los ahorros suficientes o bien no queremos quedarnos sin liquidez, tendremos que solicitar financiación. Pero ¿nos hemos parado a pensar qué préstamo nos podemos permitir?

La cuota mensual de nuestro préstamo debería ser acorde a nuestros ingresos y a nuestro nivel de endeudamiento actual. Si es demasiado alta, podríamos caer en un impago ante cualquier imprevisto. Si, por el contrario, el importe reembolsado cada mes es demasiado bajo, la deuda podría alargarse en exceso y el precio de la financiación se dispararía.

En este artículo, los expertos del comparador financiero HelpMyCash.com nos explican cómo calcular la cuota que podemos permitirnos cada mes.

Entre un 15% y un 20% del salario

Lo primero que debemos hacer es calcular el 20% de nuestro sueldo neto mensual (15% si tenemos más de 55 años). ¿Por qué esa cifra? Es la cantidad que recomienda destinar como máximo el Banco de España para el pago de todas nuestras deudas mensuales (la suma de los distintos préstamos y créditos que tengamos vigentes). Si, además, tenemos una hipoteca para primera vivienda, entonces la cifra aumenta al 35%.

Dicho lo anterior, si cobramos 1.000 euros al mes, nuestra capacidad de pago sería de 200 euros mensuales. Si ganamos 1.500, podríamos dedicar a nuestros préstamos 300 euros. Y si ingresamos 2.000, entonces tendríamos una capacidad de pago de 400 euros al mes.

La regla anterior no es fija. Se entiende que la cifra se reduce al 20% porque debemos pagar otros gastos abultados, como el alquiler (si tenemos una hipoteca, la capacidad de endeudamiento aumenta al 35% porque se sobreentiende que no se tendrá que abonar alquiler). Sin embargo, si no tenemos que pagar alquiler ni hipoteca, nuestra capacidad de pago será mayor. Asimismo, si tenemos muchos gastos fijos o varias personas a nuestro cargo, esta disminuirá.

Cuidado con el importe y el plazo

Parece fácil de calcular, pero en realidad entra en juego otra variable: el plazo. Supongamos que cobramos mil euros, pagamos alquiler y no tenemos otras deudas. Nuestra capacidad de pago sería de 200 euros. ¿Significa eso que podemos solicitar cualquier importe y alargar el plazo para que la cuota mensual sea de 200 euros? No deberíamos. No se trata únicamente de ajustar la cuota a nuestro sueldo, sino también el importe total del crédito.

Si estamos limitados a 200 euros al mes y solicitamos un préstamo de 30.000 euros al 7,07% TIN (interés medio de los créditos al consumo según el Banco de España), tardaríamos la friolera de 30 años en devolver el dinero. Y, lo peor de todo, es que los intereses acabarían superando el principal del préstamo: 42.364 euros de intereses. Esto se debe a que cuanto mayor es el plazo, mayor es el coste de la financiación.

Visto lo anterior, no solo debemos valorar qué cuota nos podemos permitir cada mes sin poner en peligro nuestra salud financiera, sino ser realistas y no pedir una cantidad desorbitada de dinero que nos haga extender el plazo del préstamo sobremanera. Para entender más a fondo el papel que juega la duración del préstamo en el coste de la financiación, vamos a dar un último ejemplo.

Supongamos que cada mes ingresamos en nuestra cuenta corriente 1.500 euros y que necesitamos 10.000 euros. Si no tenemos otras deudas vigentes, podremos destinar, según la regla general, 300 euros cada mes al pago del préstamo. El banco nos presta esa cantidad con un interés del 7,07% y nos ofrece dos opciones: devolver el préstamo en tres años (cuota mensual de 309 euros) o en seis (cuota mensual de 171 euros). Si optamos por la primera opción, al vencimiento habremos pagado 1.127 euros en concepto de intereses. Si preferimos la segunda, el coste será de 2.299 euros.